Por Yolanda Ríos Rodríguez
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- El bosque Venustiano Carranza se está secando. Sobrevive sólo con la dotación de aguas tratadas que le brinda la empresa Peñoles y que es de 7 litros por segundo, aunque requiere cuando menos el doble, dada la falta de humedad.
De acuerdo con trabajadores municipales de este paseo público, que pidieron reservar su identidad, desde hace meses que el bosque se riega únicamente con agua tratada que no es suficiente y por ese motivo son cada vez más las áreas que se van secando.
Y es que son pocos los 600 metros cúbicos diarios que equivalen a siete litros por segundo, insuficien-tes para casi dos kilómetros de área.
“No sabemos si no les interesa, o están dejando secar el bosque a propósito, para después concesionar el servicio, lo cierto es que cada vez nosotros nada más nos dedicamos a recoger las ramas y hojas secas”.
Los trabajadores temen que “nos corran, porque cada vez tenemos menos trabajo y por eso descansa-mos a cada rato, aquí bajo los árboles”, señalaron que les habían informado que Peñoles les entregaría más agua tratada, pero no saben qué sucedió, ya que la ración es sólo de 7 litros por segundo.
“El que lo quiera comprobar, que acuda al bosque y lo recorra, no sólo las orillas donde corren los deportistas, que se meta a los interiores y se dará cuenta de la realidad”.
Desde el año pasado, la administración municipal, a cargo de Javier Garza de la Garza, signó un convenio con la empresa Peñoles en el cual ésta brindaría una dotación de aguas tratadas para el riego del principal “pulmón”, para lo cual estableció inclusive un tendido de tubería especial.
Conforme Peñoles recibiera mayor cantidad de aguas negras por parte del Simas para tratarlas, en esa medida podría incrementar el abasto no sólo para el riego del bosque sino para las áreas verdes de la ciudad en su totalidad.
Descompuesta la bomba de Simas
Utilizar el agua potable que proporciona Simas podría ser una solución para atender la grave necesidad de agua que sufre el bosque, sólo que tiene casi un mes descompuesta, pues se le quemó el motor y el arreglo representa un costo estimado en cerca de 50 mil pesos.
La bomba es de las llamadas sumergibles, fue adquirida al principio de la administración de Salomón Juan Marcos y brindaba al bosque 20 litros por segundo de agua limpia.
Si bien se dejó de usar paulatinamente y conforme se fue generalizando el riego con agua tratada, lo cierto es que ahora no puede entrar en forma emergente porque no sirve.
El costo de la bomba fue de entre 80 y 100 mil pesos.
El bosque se empezó a regar con aguas tratadas para que el Simas dejara de hacerlo y esa cantidad de vital líquido se destinara a atender las demandas de la ciudadanía en esa parte de la ciudad.
Ley Mordaza
Por “chismosos” y oponerse al proyecto del Patronato del Bosque Venustiano Carranza, varios vendedores establecidos en el interior del paseo público fueron sancionados e impedidos para entrar con sus triciclos, lo que no se hacía anteriormente.
Además, “ya no podemos informar de nada de lo que nos dicen, porque luego toman represalias contra nosotros, lo mismo el administrador, que el jefe de Plazas y Mercados, que uno de los vendedores, Roberto Ruelas, el que construyó su negocio de dos pisos y luego tuvo que tumbarlo porque perdió el amparo que promovió contra las autoridades municipales”.
Los vendedores temen a las represalias porque la mayoría de ellos aunque tienen varios años trabajando en el interior, es hora que no reciben sus permisos, lo que no obsta para que paguen religiosamente su “plaza” al Municipio.