“Asumamos la negociación como una práctica política imprescindible y no como un acto de debilidad.” Vicente Fox
El presidente Vicente Fox ofreció un mensaje “presidencial” en el sentido más conservador del término. Su tono fue moderado, tranquilizador y -sí- monótono. La enumeración de los logros del Gobierno, que a pesar de las protestas de las oposiciones ofrece todo gobernante en sus informes sin importar su origen político, estuvo presente. Hubo también una sección “crítica” seguida de un llamamiento a los legisladores para conseguir los acuerdos que permitirán las “reformas estratégicas que liberen el gran potencial de la nación”.
Pero la división profunda que sigue afectando a nuestra clase política quedó de manifiesto en las interpelaciones, silbidos y carteles de protesta de algunos legisladores de la oposición -el renacimiento anual del Bronx legislativo- y en el hecho de que los aplausos para el presidente provinieron casi exclusivamente de la bancada del PAN. El presidente Fox no puede sorprenderse: a él le tocó en el pasado asumir este tipo de actitudes durante informes de presidentes priistas.
Si bien no hubo noticias espectaculares, el presidente aprovechó la máxima tribuna de la nación para reiterar los principales logros sociales de su Gobierno. El programa Oportunidades, que ofrece apoyos en salud, nutrición y educación a las familias más necesitadas del país, pasó de 13 a 21 millones de mexicanos. El salario real de quienes tienen empleos en la economía formal ha aumentado en 10.5 por ciento real en lo que ha transcurrido del actual Gobierno. Gracias al programa de becas, la matrícula de secundaria aumentó en 23 por ciento y la del primer año de educación media superior en 38 por ciento. La recaudación fiscal se ha elevado en 1.4 puntos porcentuales del producto interno bruto. El campo recibirá este año 117,000 millones de pesos del presupuesto federal, 21 por ciento más que el año anterior. El presidente no lo mencionó —pero lo hizo con anterioridad el coordinador de los diputados del PAN, Francisco Barrio- que el INEGI, la Cepal y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) han reconocido que México ha logrado avances contra la pobreza en los últimos años.
Inevitablemente el Tercer Informe de Gobierno ha sido y será desechado por los grupos de oposición como “triunfalista”. Tampoco en esto hay sorpresa. Los panistas unánimemente ofrecían el mismo calificativo a los informes de presidentes priistas. Hoy los papeles simplemente se han intercambiado.
En esta previsibilidad de los políticos, y de sus simpatizantes en los medios de comunicación, encontramos la gran tragedia de la política mexicana. Nadie quiere trabajar para el bien de la nación: sólo para promover su interés personal o el de su grupo.
La sección crítica del informe no fue suficiente, por supuesto, para satisfacer a la oposición. Los legisladores opositores sólo habrían aceptado un informe que dijera “Perdón, nos hemos equivocado en todo, y empezaremos mañana a hacer lo que ustedes nos instruyan”. El presidente reconoció que hay desconfianza y recelo de la sociedad hacia la política, lo cual es una gran verdad pero afecta no sólo al presidente sino a todos los políticos. Reiteró también lo que ha señalado en varias ocasiones: que el gran reto para el país se encuentra en la creación de empleo.
El discurso de ayer no podía eliminar la hostilidad al presidente en el foro o círculo rojo de la élite política e intelectual de nuestro país. En los diarios de esta mañana menudean ya, sin duda, las críticas a un presidente que “no ha sabido darle rumbo a la nación”. Esto augura una negativa recepción al llamado del presidente a negociar en el Congreso las reformas estructurales que el país necesita.
¿Cuál será la reacción de la gente común y corriente? Ésta es la pregunta más importante y una que sólo las encuestas de opinión permitirán responder. El presidente Fox sigue gozando de una razonable popularidad personal, pero no hay duda de que el encanto ha muerto. Todas las encuestas de opinión mostraron una caída de la aprobación del presidente Fox en las semanas previas al informe. Habrá que prestar atención a los sondeos en las próximas semanas. Pero las reformas de fondo necesitan más que de popularidad: requieren de la voluntad política de construir un país más próspero.
ELBA ESTHER
El discurso de Elba Esther Gordillo, coordinadora de los diputados priistas, merece una lectura cuidadosa. La diputada pidió desechar las diferencias y lograr acuerdos entre el legislativo y el ejecutivo para las reformas que el país necesita. Habrá que ver si ella misma logra el voto de los diputados de su partido para esos acuerdos.
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