Todo terminó para Santos Laguna en el Torneo Clausura 2003 el sábado anterior, al caer frente a Toluca por cuatro goles a tres; el juego en el “Nemesio Díez Riega” marcaba la última posibilidad de alcanzar la Liguilla o al menos una repesca; en realidad el equipo cavó su propia tumba con bastante anticipación, en base a decisiones equivocadas, de las cuales el público hoy desea una explicación, tanto de la directiva, el cuerpo técnico y los jugadores.
Apenas se concretó el fracaso en el América, al quedar fuera de la Liguilla, de inmediato se tomó la decisión de cesar a Manuel Lapuente, en el equipo capitalino no se respetan jerarquías y a pesar de que el ahora ex técnico es el mejor, en cuanto a números, la eliminación del Torneo Clausura 2003 fue más que suficiente para terminar con la relación laboral.
En Santos Laguna se habían dado los resultados, cinco liguillas consecutivas lo avalan, pero aun así se dio marcha atrás y Fernando Quirarte no fue tomado en cuenta, a pesar de que el director técnico tapatío había aceptado renegociar su contrato; entonces no hubo marcha atrás, todo estaba arreglado con Sergio Bueno.
Hoy se puede decir que Santos Laguna en otro grupo habría encontrado fácilmente la calificación directa, pero equipos como Atlante, Veracruz, Morelia y Guadalajara pensaron diferente, cada una de esas oncenas se preocupó por sumar lo necesario para calificar, en base a los rivales de sus respectivos grupos.
Es cierto, en otro grupo de la competencia, Santos Laguna habría calificado holgadamente, pero formaba parte del sector cuatro y lo apretado del mismo obligaba a realizar modificaciones sustanciales, sobre todo en el aspecto táctico, porque a diferencia de otros años hoy hubo jugadores que no recibieron la confianza necesaria y al utilizarlos diez minutos, más que invitarlos a colaborar, se les exhibió, como fueron los casos de Eduardo Lillingston, Carlos Augusto Gomes de Oliveira “Guto” y Pedro Jiménez.
Santos no perdió la calificación en Toluca el sábado anterior, sino en los tres últimos juegos del calendario regular; hubo quien lejos de dedicarse a aportar al equipo en la cancha prefirió reclamar constantemente al árbitro y con ello perdió la concentración que requieren juegos tan importantes.
¿Por qué, con tantos problemas por izquierda, no se contempló a Miguel Ángel Carreón, cuando el “Iguala” ya jugaba con las reservas? Esa es una de las muchas explicaciones que desea conocer la afición lagunera. Es evidente, además, que varios jugadores no pusieron el entusiasmo requerido en la cancha, algo que sirviera como reconocimiento a una directiva que paga muy bien y puntualmente. Mención especial merece Denis Caniza, un jugador que en cada acción se entrega al cien por ciento, para convertirse ya en uno de los consentidos de la afición.
Preocupa que un vividor del futbol, como el promotor, Carlos Hurtado, nuevamente esté involucrado en el equipo, cuando las puertas para este personaje nefasto se habían cerrado. Luis Fernando Tena falló con un gran plantel de jugadores y el fracaso debe traer como consecuencia su renuncia, si se trata de un hombre con vergüenza; aquí los títulos con Cruz Azul y Morelia no son válidos, porque América ha cesado al director técnico más exitoso en el futbol mexicano, por el sólo hecho de no calificar a la Liguilla del Torneo Clausura 2003.
Hoy Santos Laguna está fuera de la fiesta grande, la noble afición vive momentos de gran tristeza y es necesaria una explicación; directiva, cuerpo técnico y jugadores tienen la palabra.