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Jerusalén.- El designado primer ministro palestino Abu Mazen aplazó para el próximo miércoles la presentación de su nuevo ejecutivo para tratar de desarticular los focos de oposición dentro del Parlamento.
El próximo miércoles vence el plazo que tiene Abu Mazen para dar a conocer la formación de su gabinete de ministros ante el Parlamento, pero al parecer decidió esperar hasta último momento al encontrarse con opositores que permanecen fieles a Yasser Arafat.
El primer ministro necesita que al menos el 45 de los 88 diputados palestinos le den su voto de confianza, tras lo cual Estados Unidos anunciará de forma oficial la última iniciativa de paz para Oriente Medio conocida como “Mapa de Ruta”.
El Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) llamó a los palestinos a que no aprueben la formación del nuevo gobierno en el seno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) ya que esto responde a presiones de Estados Unidos e Israel y no a intereses del pueblo.
Israel, por su parte, advirtió que no levantará el bloqueo a la población de Cisjordania y Gaza hasta que el nuevo gobierno de Abu Mazen, con el coronel Mohamed Dahlán, dé muestras de que lucha contra el terrorismo.
En la reunión ministerial del primer ministro israelí Ariel Sharón ayer, en Jerusalén, se decidió que de momento no se tomará ninguna medida de alivio a los palestinos ya que este hecho podría costar las vidas de ciudadanos israelíes.
Lo anterior, en referencia a que el levantamiento del bloqueo podría propiciar que se infiltraran en Israel posibles suicidas palestinos.
“No cederemos en nada que pueda costar la vida a los israelíes”, manifestó un funcionario de las fuerzas de seguridad de Israel que asistió a esa reunión.
En este contexto, uno de los principales retos que tendrá que afrontar Mazen será el de desarticular a las organizaciones radicales palestinas para regresar a la mesa de las negociaciones políticas, una de las medidas recogidas en el plan de paz.
Al respecto, las denominadas “Brigadas de los Mártires de Al-Aksa”, grupo armado vinculado al movimiento Al-Fatah de Yasser Arafat, ya han indicado que no depondrán las armas y que se oponen de forma radical al establecimiento del nuevo gobierno palestino.
Mazen además se encuentra esta semana seriamente presionado ante las visitas previstas de dirigentes extranjeros y la polémica que conlleva que se entrevisten también con Arafat, un hecho que Israel trata de boicotear a toda costa por distintos medios.