10 junio 2003
BUENOS AIRES, (Reuters).- El presidente argentino Néstor Kirchner pidió al secretario norteamericano de Estado, Colin Powell, que impulse un acuerdo de largo plazo entre los organismos multilaterales de crédito y el país, que busca salir de una extensa crisis económica.
Kirchner recibió a Powell en la casa de gobierno y ambos se reunieron por cerca de una hora, en la primera visita de un funcionario estadounidense de alto rango desde que el colapso de la economía aisló al país.
Al finalizar el encuentro, el canciller argentino Rafael Bielsa dijo que es "importante remaracar que hoy nuestro presidente ha introducido el concepto de una negociacion de largo término, no de una negociación de coyuntura que sólo permita resolver el problema del aquí y del ahora".
Argentina logró en enero, tras un año de desgastantes negociaciones, un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional por el que el organismo postergó deudas por unos 6.700 millones de dólares que el país debía cancelar entre enero y agosto.
Pero el plazo se acaba y Kirchner busca que el nuevo acuerdo sea extenso y no que nuevamente un pacto por pocos meses genere incertidumbre acerca del futuro cercano.
"En ese sentido el secretario de Estado estuvo totalmente de acuerdo, la negociación de la deuda se debe dar no en un marco de postergación de plazos y vencimientos para que el próximo gobierno se encuentre con los mismos problemas que se encontró éste", dijo Bielsa.
En el actual acuerdo, el FMI aceptó postergar las deudas que vencían hasta agosto, pero no se planteó un nuevo programa de financiamiento integral que le quite al país la presión de pagar vencimientos multimillonarios que los recursos que genera actualmente la economía difícilmente pueden cubrir.
Los mercados especulan con que podría haber un acuerdo de corto plazo hasta diciembre entre Argentina y el FMI y que sólo después se negociaría uno de mayor plazo.
Argentina cayó en cesación de pagos sobre su deuda con acreedores privados por unos 60.000 millones de dólares en diciembre del 2001, una medida criticada por el gobierno de George W. Bush, mientras que la deuda pública total ascendía a diciembre del año pasado a 137.000 millones de dólares.
Powell fue consultado por la prensa acerca de si apoyaba una negociación por un acuerdo de largo plazo con el FMI, pero tras responder otras consultas no se refirió a ese tema.
El secretario de Estado dijo que "estamos ansiosos por trabajar con la nueva administración mientras enfrentan los desfíos económicos que enfrenta Argentina, e intentaremos dar todo el apoyo y la ayuda posible".
"Las conversaciones que tuve con el canciller y con el presidente fueron abiertas y cordiales como corresponde a una relación fuerte entre dos amigos", dijo Powell.
Su visita podría dar por cerrado un capítulo oscuro de las relaciones bilaterales, que comenzó con la declaración de la cesación de pagos por parte de Argentina, dado que una buena parte de los bonos del país está en manos de grandes bancos estadounidenses.
La negativa de Eduardo Duhalde, predecesor de Kirchner, de condenar a Cuba por la situación de los derechos humanos en la isla, y su oposición a la guerra contra Iraq, tensaron la relación antes de que Kirchner se convirtiera en presidente.
Kirchner, con un discurso de centroizquierda pero un historial de centro durante su gobernación en la provincia de Santa Cruz, dice que buscará fortalecer los lazos con Estados Unidos, pero que no quiere "alineamiento automático" con Washington.
Powell dijo el martes tras la reunión con Kirchner que no se discutió la posibilidad de que Argentina envíe policías de frontera a Iraq.
Pero el secretario de Estado dijo que "le hice notar al presidente que apreciamos la voluntad que Argentina tuvo en el pasado de participar en operaciones de paz en todo el mundo, y esperamos que Argentina considere una contribución al esfuerzo por mantener la paz en Iraq".