15 septiembre 2003
Tokio, (EFE).- Los rumores sobre la inminencia de un devastador terremoto han vuelto a ocupar las páginas de los medios de información japoneses estos días, ahora alentados por declaraciones de un astrónomo que vaticina un seísmo destructor en Tokio capital para mañana martes o el miércoles.
La agencia Kyodo recoge hoy las declaraciones del astrónomo autodidacta Ysohio Kushida, quien ha predicho que el martes o el miércoles se producirá un terremoto de una magnitud de grado siete o mayor en la escala de Richter en el sur de la región Kanto, cuyo centro es la capital del país, en la que viven alrededor de 30 millones de personas.
Kushida, que dirige desde 1985 el observatorio privado Yatsugatake en la provincia de Yamanashi, calculó la fuerza del temblor y el día en que ocurrirá después tras analizar las anormalidades en las ondas de radio electromagnéticas.
Según sus descubrimientos, los movimientos de la corteza terrestre antes de un temblor afectan a las cargas de partículas de la atmósfera, permitiendo así a los receptores de radio captar ondas de lugares lejanos que por lo común están fuera de alcance.
"Por la experiencia de anteriores predicciones (acertadas), esto no es un rumor sin credibilidad", indica el astrónomo en su página de Internet. "Como astrónomo y analista creo necesario anunciar la predicción", afirmó Kushida para justificar su difusión, pese a que también admitió la posibilidad de equivocarse ante lo cual adelantó que no continuará con sus investigaciones.
"Es posible que no ocurra ningún fuerte terremoto, pero al menos espero que a través del anuncio la gente esté preparada, por si acaso", añadió.
La predicción ha sido plasmada la semana pasada en varios periódicos japoneses y ha circulado también de buzón en buzón electrónico a través de los correos electrónicos de Internet.
Los rumores sobre posibles terremotos son frecuentes entre la sociedad japonesa, al estar situado el país en el cinturón volcánico del Pacífico y sobre la conjunción de varias placas tectónicas.
Según la Agencia Meteorológica, en Japón se registraron el año pasado 1.253 temblores perceptibles por el cuerpo humano.
Aunque carentes de base científica demostrada, numerosos sismólogos creen que algunos terremotos de gran magnitud suelen repetirse de forma cíclica cada cierto número de años, por lo que no es extraño escuchar que la capital esté a apunto de sentir alguno.
En 1923 Tokio fue sacudido por un terremoto de 7,9 grados en la escala abierta de Richter que causó 133.000 muertos y dejó partes de la capital en ruinas.
Los expertos han llegado también a hacer cálculos sobre el papel de los daños que podría producir un terremoto de una magnitud de 7 grados en el área metropolitana de Tokio, en donde encontrarían la muerte alrededor de 7.000 personas.
Así las cosas, la prevención es imprescindible, por lo que cada año se repiten los ejercicios prácticos contra terremotos dirigidos por el propio primer ministro, mientras que la legislación obliga el uso de materiales de construcción absorbentes de las vibraciones y de cimientos con sistemas antisísmicos.