Madrid, España.- Las personas mayores de 60 años son las más vulnerables al coronavirus del Síndrome Agudo Respiratorio Severo (SARS), con un índice de mortalidad entre el 43.3 y 55 por ciento, según un estudio publicado ayer por un diario británico.
La investigación, publicada ayer por el diario médico británico “The Lancet” en su página web, fue realizada por un grupo de científicos en la región especial administrativa de Hong Kong el pasado mes de abril, con base en mil 425 casos.
De acuerdo con los resultados, entre los enfermos hospitalizados de 60 años y mayores, la tasa de mortalidad se situó entre 43.3 y 55 por ciento, frente al 6.8 y 13.2 por ciento en aquellos de menor edad.
El estudio, dirigido por el profesor Roy Anderson del Imperial College de Londres, mostró que el promedio general de muertes por el virus del SRAS es de uno de cada cinco enfermos, 20 por ciento, mientras antes se pensaba que era del cinco por ciento.
Según este resultado, el índice de muertos por la enfermedad es mucho mayor del cinco por ciento revelado con anterioridad por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Roy Anderson señaló que son índices muy elevado para una enfermedad respiratoria y demuestran que una de las prioridades es la identificación de los nuevos casos y su inmediato tratamiento para evitar la propagación del virus.
Otro factor que puede haber contribuido a sobreestimar el índice de mortalidad, explica Azra Ghani, es que los datos se centran exclusivamente en pacientes hospitalizados, que es de los que hay registros detallados en Hong Kong. Es posible, por tanto, que los casos más leves, que lógicamente manifestarían una mortalidad menor, hayan quedado excluidos de las estadísticas.
Con todo, los autores reconocen que la epidemia está remitiendo en Hong Kong, al igual que en casi todo el resto del mundo, pero subrayan la crucial importancia de la detección rápida.
La novedad del estudio del Imperial College, realizado en colaboración con dos universidades de Hong Kong y las autoridades sanitarias de esa ciudad, y publicado en la edición electrónica de ‘Lancet’, es que se basa en unos registros lo bastante detallados como para calcular cuánto tiempo pasa, en promedio, desde que un enfermo es ingresado en el hospital hasta que muere. Se asumía hasta ahora que ese plazo era corto, pero los epidemiólogos británicos han calculado una media de 36 días.