Unas 70 familias ocupan lo que llaman el predio La Ponderosa y aunque el terreno está en conflicto por una invasión, la realidad es que las personas que están ahí pasan intensos fríos en los cuartos que habilitaron para vivir, sobre todo en la noche y madrugada. Las rachas de viento y la escarcha que se deja sentir provocan que muchas familias se calienten con fogatas, anafres y duermen juntos en una sola cama.
En los últimos registros de bajas temperaturas en la ciudad de Durango que ha informado la Comisión Nacional del Agua, se ha alcanzado hasta cuatro grados bajo cero, lo que se ha resentido en muchas partes de la ciudad; sin embargo, las familias más vulnerables son las que tienen menos recursos económicos y quienes viven en casas de madera o cartón.
María del Carmen Téllez Salas, de 22 años de edad, vecina de La Ponderosa, vive con su esposo y su hija de dos años y nueve meses y para protegerse del frío duerme toda la familia en una sola cama. Cierran la puerta desde temprano para generar calor al interior y tratan de resguardarse con suéteres y chamarras, aunque son escasas.
Al momento de la visita a esta colonia, la hija de María del Carmen Téllez fue encontrada en el ?solecito?, junto con otros niños, para obtener algo de calor durante el día.
Heriberto Tametti Dávila, de 22 años de edad, ?arrejuntado?, tiene un cuartito de seis por tres metros, ahí vive su familia. Cuenta con una cama, dos sillones y un pequeño pedazo donde cocina su mujer. Tiene dos niños de cuatro y tres años. También, como sus vecinos, su casa es de madera y cartón.
La cama, al rincón, protegida con algunos hules y cartones, pero al estar cerca de la misma se resiente el ?chifloncito? del aire helado que penetra al interior de este hogar.
Por falta de conocimiento, hasta ayer, Heriberto Tametti acostumbraba introducir en su hogar un anafre. ?Ya con las puras brasitas lo metemos para que mantenga caliente el cuarto?, dice.
El Siglo de Durango le informó lo peligroso que puede ser esta práctica, por la inhalación del monóxido de carbono que emite el material ígneo, que llega a causar la muerte. Aceptó no saberlo y prometió no hacerlo de nuevo. Mientras tanto buscará otra manera de mantener caliente el interior del hogar.
También al igual de María del Carmen Téllez, duermen todos en una cama, con cinco cobijas, pero, aun así, el frío les llega hasta los huesos en la madrugada.
Julio Gámiz Chamorro, de 57 años, con tres hijos, uno de 14, una niña de 13 y otra de diez, emplea junto con su esposa otro sistema para mantener caliente su humilde vivienda.
Utilizan una fogata en el patio, con el que se calientan durante la noche. Para esto salen durante la noche y se acercan a aquella, desde que arrecia al frío. ?Ya por ahí de las dos o tres de la mañana vamos y nos echamos una ?pestañita?, pero el frío nos vuelve a despertar por los ?chiflones? que entran por todos lados?, dice Julio.
El entrevistado se dedica a la venta de caña y elotes. Dice que la falta de empleo le impide comprar más cobijas. Fue velador en la fábrica de ?Aceros del Guadiana? y ganaba 550 pesos a la semana, pero después le pusieron una alarma, y le bajaron el sueldo a 200. ?Pues mejor renuncié, me va mejor vendiendo elotes?, afirmó.
También así viven Nancy Nevárez Lazalde, de 19 años, y Luis Felipe Rodríguez, de 25. Ella, ama de casa; su esposo, jornalero, quienes también tienen dos niñas de cuatro y dos años de edad. Afirman que durante la noche se deja sentir un fuerte frío, sobre todo en la madrugada. Por esto también duermen juntos y se tapan con unas cinco cobijas. Hace poco Luis Felipe fue al Santuario a comprar cobertores, que adquirió en 300 pesos. Pero tuvo que ahorrar tres meses para lograrlo.
Hasta el momento a los entrevistados no se les ha enfermado alguno de sus hijos, pero cuando esto sucede acuden a la unidad de salud de la colonia José Revueltas o de la colonia El Ciprés. Ahí no les cobran la consulta pero el medicamento sí.
Todas las familias afirmaron que a través del DIF Municipal no se ha visto ayuda últimamente, que habían quedado de llevar algunas láminas, pero todavía las están esperando, al igual que las cobijas.
El Siglo de Durango observó claramente la precaria situación económica de cada una de las familias entrevistadas de La Ponderosa, cuando permitieron el acceso a su hogar. Al estar dentro de estos cuartos, se siente el paso del aire helado, pero la queja fue que entre cinco y seis de la mañana es cuando se intensifica el frío y la más baja temperatura.
Para colmo, las lideresas de La Ponderosa impiden muchas acciones, según dijeron, pues no dejan que lleguen muchos apoyos, como láminas y ropa, que por negociaciones que tienen con los dueños del predio.
HELADAS
Carecen de apoyo oficial
A pesar de que se anunciaron heladas intensas para los próximos días, los habitantes de La Ponderosa no reciben apoyo oficial y enfrentarán las bajas temperaturas en condiciones precarias.
.- Habitan casas de cartón y hules
.-Carecen de agua y drenaje.
.-Familias de hasta seis miembros duermen en una sola cama.
.-Los menores de edad son quienes más padecen.
.-Hay familias que prefieren estar a la intemperie durante la noche alrededor de una fogata.
.-Ningún candidato o precandidat