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MÉXICO, DF.- El cantautor de origen cubano, Francisco Céspedes, recibió la víspera discos de Oro y Platino por las elevadas ventas de su primer producción musical Vida Loca, y de Oro por Dónde Está la Vida.
Durante un "show case" ofrecido en un bar al sur de esta ciudad, el intérprete nacionalizado mexicano en febrero pasado, tras una década de radicar en este país, se mostró satisfecho por el reconocimiento a su trayectoria como compositor y el regreso a los escenarios con su reciente material discográfico ...Ay Corazón.
"Esto es sin demagogia alguna, para el público que ha seguido mi música durante tres años que estuve sin aparecer con un nuevo disco, y sin embargo siguen llenando los lugares a donde voy, en estadios o palenques. A ese público fiel y a los amigos", expresó.
"Pancho" Céspedes, fuera ya de percances médicos y escándalos por sus "hábitos etílicos", dejó fluir su carismática forma de ser y regaló varios temas de su placa más reciente, bajo el sello de Warner Music (WEA).
Sergio Alfonso, director de WEA México, quien entregó los reconocimientos, dijo a Céspedes: "Muchas gracias por tu música, por tu poesía, por tu corazón".
Durante la presentación de su material a los medios de comunicación, el trovador dijo sentirse aún emocionado con sus boleros con sabor jazzístico y "funky" de buena manufactura, aunque reservado para románticos maduros. En esta tercera entrega repite con el productor David Montaño.
Te Soñé, Lluvia de Abril, Luna, Esa Mirada, Cuando al Corazón le Duele el Alma, Átame la Vida, Qué Hacemos con la Vida, Nadie como Tú y Si Tú no Estás, fueron algunos de los temas interpretados por Francisco Céspedes, "un romántico perdido que canta a la luna".
Junto con su "paisano" Amaury Gutiérrez cantó Se me Escapa el Alma, lo que convirtió el momento en uno de los más agradables de la velada. "Soy canción, soy artista, soy sonrisa, soy lo que siempre quise ser", manifestó el autor de Vida Loca.
El compositor que se dio a conocer cuando Luis Miguel le grabó dos de sus temas, se hizo acompañar en esta ocasión del pianista Miguel Villicaña, Juan y José Hernández (guitarra y contrabajo), Waldo Madera, en la batería, y David Montaño, en el teclado.
Anecdotarios hechos canción con el sentimiento cubano, fusión del bolero con ritmos de jazz y soul, y algunos acordes de tango acompañan a Céspedes, quien evoca en la precisión de cada palabra lo etéreo de sus épocas de juventud y "el sufrimiento inherente a ser un eterno enamorado".
Céspedes, quien el próximo 18 de mayo cumplirá 11 años de radicar en México, destacó que el cariño por este país fue un proceso lento y constante, "y esos son los amores que duran más y se vuelven imprescindibles para un nuestra existencia".