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México, DF.- Los auditores externos de Altos Hornos de México (AHMSA) están preocupados, desconfían en la habilidad de la compañía para seguir como negocio en marcha.
Aunque a los administradores de la productora de acero eso parece tenerlos sin cuidado.
Los auditores ponen oficialmente en duda la efectividad del control interno de la empresa que dirige Alonso Ancira Elizondo y su hermano Jorge, quien está al frente de las finanzas.
Tal vez por eso incumplen con los requerimientos de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), correspondientes a las mejores prácticas corporativas, pues no hacen pública la evaluación de los auditores externos de la firma a sus accionistas.
Es decir, existe la evaluación de la efectividad del control interno de la empresa, pero no se emite un reporte que explique dichos controles.
AHMSA acepta que el reporte de sus auditores externos con respecto a los estados financieros consolidados para el año terminado el 31 de diciembre del 2002 contiene un párrafo explicativo, que hace énfasis en la necesidad de financiamiento adicional y problemas graves.
?Indicando una preocupación en la habilidad de la compañía para seguir como negocio en marcha, debido a pérdidas recurrentes, situación del capital contable y capital de trabajo a esa fecha?, agrega AHMSA.
El reporte firmado por los Ancira asegura que con el plan de reestructura y posibles incrementos en sus ingresos podrían contrarrestar las preocupaciones declaradas por los auditores externos.
Sin embargo, advierte que la compañía que ellos dirigen no garantiza que las condiciones del negocio o el panorama durante el 2003 resuelvan considerablemente la habilidad para seguir operando.
Altos Hornos de México debe más de mil 900 mdd a diferentes instituciones financieras, socios de negocios y proveedores.
Estos últimos tratan de recuperar su dinero, argumentando también que la administración de la empresa los ha afectado.
El 26 de abril de 1999, AHMSA comenzó a ganarse enemigos, suspendió el pago del principal e intereses por 39 mdd de un crédito sindicado y los intereses por 25 millones de dólares de sus notas senior A y B.
Trató de negociar con sus acreedores sin éxito, y el 24 de mayo de ese mismo año resintió la presión que ejercieron algunas instituciones legalmente para recuperar su dinero. Es por ello que el 25 de mayo recibió la protección del gobierno, gracias a la ley de Suspensión de pagos que le otorgó un juez en Monclova, Coahuila.
Hoy muchos de sus cobradores proponen que la empresa se declare en quiebra, para quitar a los administradores y ver cómo se puede salvar parte de su dinero. Pero el escudo conseguido en Monclova los ha detenido. Y las deudas crecen, tan sólo a la fabricante de hardware estadounidense Hewlett Packard le deben unos tres millones de dólares, fuera de la protección gubernamental. Y así sigue la lista de nuevas deudas fuera de la suspensión de pagos que solicitaron, situación que parece no le quita el sueño a los administradores de AHMSA.
Pero tal vez sí a sus asesores externos, mismos que no cobrarán tampoco este año.
?La compañía celebra contratos de prestación de servicios con asesores externos, que en algunos casos los honorarios son con base en el éxito de la operación?, indica AHMSA en su reporte anual.
?Al cuatro de abril de 2003 los compromisos contraídos ascienden a 8.3 millones de dólares, que la empresa no espera se realicen durante el año 2003?, apunta.
En este contexto, los auditores externos de la empresa -que se mantienen ocultos a pesar de las leyes de transparencia del mercado de valores- pintan su raya, para que luego no se diga que ellos no advirtieron que AHMSA tenía problemas y parecía no poder seguir como negocio en marcha luego de su desempeño del año 2002.