Ferreteros y empresarios dedicados a la venta específicamente de materiales para la construcción se quejan de las bajas ventas que han tenido en lo que va del año, y enfocan el posible factor causal en el excesivo incremento que han registrado muchos de los productos de mayor demanda, así como también en la ausencia de obra pública y privada en Durango.
Jesús Contreras García, dueño de la empresa “La Nueva Era” de la franquicia Construrama, ubicada en calle Laureano Roncal entre 5 de Febrero y Pino Suárez, estima que en un 40% se han venido abajo las ventas de sus negocios, que tienen el giro exclusivo de materiales para la construcción: cemento, yeso, varilla, alambrón, etcétera. “Creo” –expuso- “que en primer lugar nos empezó a afectar el entorno previo y posterior a la guerra de Estados Unidos e Irak. Desde ahí empezamos con problemas”.
Por su parte, el propietario del grupo ferretero “Corona”, Jorge Corona Ruiz, señaló que comparativamente con las ventas de enero a abril del año pasado, en el mismo periodo de este año la reducción es del 25 al 30%, aproximadamente. “A eso de que andamos más abajo este año, debemos sumarle que el año pasado no fue bueno sino, por el contrario, uno de los más negativos que hemos visto en el último tiempo”, dijo.
El gerente de Ventas de Ferretería Durango, ubicada en avenida 20 de Noviembre esquina con Gral. Blas Corral, Alfonso Sánchez Barroso, estableció que el descenso ha sido de 10 puntos porcentuales en relación con el programa de ventas que esa empresa se había trazado cumplir para el 2003. Sánchez ubicó que no hay inversión a nivel obra: “No hay obras grandes, ni privadas, y mucho menos públicas; las obras pequeñas no satisfacen las necesidades del mercado como para hablar de un repunte o bonanza”.
Los tres entrevistados coincidieron en que el precio del acero, que se incrementó entre un 30 y un 40% entre enero y abril pasados, ha sido uno de los motivos por los que se ha resentido más el decrecimiento de las ventas. Además, advierten que que no hay circulante, no hay obra, la gente no tiene recursos, las constructoras están “atoradas”, no se facilitan créditos, la cartera vencida se retrasa más.
En el caso de la Ferretería Durango, Alfonso Sánchez explicó que en ocasiones sí se generan oportunidades de entrarle con buenos contratos en la construcción de viviendas de interés social; sin embargo, dejó claro que ese tipo de estrategias no reactivan a los negocios de manera significativa porque se castigan mucho los precios para poder entrar.
Jorge Corona fue claro al decir que está parada totalmente la construcción en Durango, argumentando que los centros ferreteros y los materialistas son los que miden si hay o no obra. “Se complica, ante este escenario, darle crédito a las constructoras, porque hay la incertidumbre de si van a poder pagar las facturas a tiempo, principalmente en el caso de las que le trabajan al Gobierno del Estado o a otras autoridades, porque ahí les hacen eternos los cheques”.
Entrevistado en su negocio, Jesús Contreras, quien tiene seis sucursales de “La Nueva Era” con los emblemas de Construrama, remarcó que ciertamente no hay construcción privada ni obra pública de manera considerable. Por ello consideró preocupante el escenario que se refleja en este 2003, ya que son pocos los elementos que se tienen para pensar en un repunte.