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México, DF.- La presidenta del Consejo Mexicano de Estudios de Posgrado (Comepo), Rosaura Ruiz Gutiérrez, señaló que es preocupante que la tasa de crecimiento de posgrado sea de sólo diez por ciento anual y la inversión por alumno haya disminuido en términos reales de 60 mil 102 pesos en 1994 a 37 mil 110 pesos en el año 2000.
Indicó que hubo una caída de casi 50 por ciento en sólo seis años. Por tal motivo, la también directora general del Posgrado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) urgió a revertir esa tendencia “si queremos ser competitivos y llegar a ser un país de primer mundo”.
La investigadora demandó al Ejecutivo federal establecer una política de Estado en el financiamiento a la educación superior y así cumplir con la meta del gobierno de llegar a invertir uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) al concluir el presente sexenio.
Para ello, la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión debe aprobar un presupuesto de por lo menos nueve mil millones de pesos al año hasta 2006, con el fin de llegar a esa meta.
Consideró indispensable destinar mayores recursos a este sector estratégico para impulsar el desarrollo nacional, y advirtió que de continuar decreciendo el presupuesto, México se quedará rezagado y a expensas de lo que hagan otras naciones.
De acuerdo con el Comepo, México produce unos mil doctores al año (uno por cada 100 mil habitantes), mientras que Estados Unidos egresan en el mismo período cerca de 50 mil doctores (uno por cada cinco mil 500 habitantes; España, seis mil (uno por cada seis mil 700 habitantes) y Brasil cinco mil (uno por cada 34 mil habitantes).
Afirmó que México cuenta con posgrados de calidad equivalentes a las mejores universidades del mundo, por ejemplo los de escuelas de educación superior como la UNAM, el IPN, Cinvestav, Colegio de México, ITAM, Tec de Monterrey, CIDE, Instituto Mora, FLACSO, centros Conacyt y la mayor parte de las universidades públicas de provincia.
Desde su punto de vista el problema central está en la cantidad, por lo que recomendó cuidar este elemento, sobre todo en instituciones privadas y no permitir que se engañe a estudiantes.
En su despacho, Ruiz Gutiérrez aseguró que México necesita elevar su matrícula y el número de egresados anuales de estudiantes de posgrado. El posgrado en el mundo, aseguró, ha posibilitado el desarrollo económico y social de los países. La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), a la que México pertenece, ha mostrado en estudios la importancia del posgrado en el desarrollo de las naciones, idea que es compartida por la UNESCO.
Ellos han visto que país que invierte lo suficiente en estos niveles educativos obtienen más rápido su desarrollo.
Explicó que los posgraduados son personas altamente capacitadas y especializadas en resolver problemas concretos; todo mundo conoce el caso de las especialidades médicas y todos están convencidos en formar especialistas de alto nivel en neurología, ginecología, pediatría, neumología, etcétera.
Ahí queda muy clara la diferencia entre medico general y un especialista en alguna de estas orientaciones. Y esto mismo ocurre en otras disciplinas del conocimiento.
Según datos del 2001, dio a conocer que de los 128 mil alumnos de posgrado inscritos a nivel nacional, en especialización se graduaron nueve mil 359 estudiantes (31.1 por ciento), en maestría 19 mil 567 (65 por ciento) y de doctorado mil 150 (3.8 por ciento) en todo el país, de esta cifra la UNAM aporta 50 por ciento.
Esto es algo que preocupa. México necesita muchos más graduados de posgrado pero que sean de alta calidad.
Otro problema es que la mayoría de las empresas captan a pocos egresados de posgrado, la mayoría hace investigación y trabajo académico en las universidades.
Esto es por desconocimiento de los empresarios del sector privado y también del sector gubernamental. Ellos no reconocen la importancia que tiene captar a especialistas que puedan resolver los temas de la vida cotidiana del país. Esto no ha permeado como debe ser en los sectores gubernamental y privado, indicó.
Mencionó que la UNAM es la institución que aporta la matrícula más alta en el posgrado a nivel nacional, se inscriben unos 20 mil alumnos al año y es la institución que en los últimos 10 años ha egresado la mitad de los doctores y la cuarta parte de maestros del país.
Antes la Universidad Nacional producía a todos, y a partir de que se han creado más instituciones públicas y privadas de calidad, la cifra se ha ido equilibrando, agregó.
Dio a conocer que 80 por ciento de los 38 programas de posgrado de la Universidad Nacional están incluidos en el padrón de excelencia con que cuenta el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
De estos programas, 32 comparten la modalidad demestría y otrado; cinco son exclusivamente de maestría y sólo uno, doctorado. Participan en ellos 61 entidades académicas de la UNAM, 20 facultades y escuelas, así como 41 centros e institutos.
La matrícula de posgrado en la UNAM asciende a nueve mil 411 estudiantes, de los cuales seis mil 529 cursan la maestría y dos mil 882 el doctoradoñ además de 8 mil 785 estudiantes en especializaciones y cuatro mil 254 tutores.
El año pasado se graduaron mil 612 alumnos de maestría, doctorado y especializaciones. Señaló que con las adecuaciones al Reglamento General de Estudios de Posgrado, la Universidad Nacional realizó una evaluación más rigurosa y precisa sobre sus planes académicos para entregar los informes solicitados por el Conacyt.
Indicó que la maestría es la que más ha proliferado en el país, ahí se encuentra 65 por ciento de la matrícula total de posgrado. La UNAM ha egresado 25 por ciento de los maestros en la última década.
La eficiencia terminal promedio de los estudios de posgrado en el país está entre 30 y 40 por ciento, y por supuesto es deseable llegar a tener 60 u 80 por ciento, pero sin demérito de la calidad, recalcó.
Puntualizó que ya hay instituciones de educación superior preocupadas en acelerar la graduación: “queremos tener un número alto de graduados pero con alta calidad”.