La calidad de vida en la ciudad de Durango ha entrado a una ruta de preocupación, pues hay por lo menos 20 mil familias en condiciones de pobreza extrema; el problema de la contaminación sigue vigente por la operación de casi 500 ladrilleras en diversas zonas urbanas; el 60 por ciento de los acuíferos está sobreexplotado y el sur de la capital vive en constantes riesgos de inundación por la cercanía con el Arroyo Seco.
Los anteriores son signos del rezago en materia de políticas de hábitat, amén de los propios descuidos humanos y la falta de planeación, según el análisis de los datos contenidos en informes de dependencias oficiales.
En este contexto, el Grupo Mexicano de Parlamentarios para el Hábitat celebrará hoy el VII Foro Nacional de este organismo en esta ciudad, con el tema “Hábitat, Calidad de Vida, Ciudades Urbanas”, que concentrará a funcionarios federales de primer nivel: Josefina Vázquez Mota, secretaria de Desarrollo Social; Eduardo González, vocal ejecutivo del Fovissste; Víctor Manuel Borrás, director general del Infonavit; Ernesto Gil, presidente del Grupo Mundial de Parlamentarios para el Hábitat, y otros personajes.
Mientras que el diagnóstico revela rasgos preocupantes, la delegación de la Sedesol en el estado de Durango confirmó que por disposiciones del gobierno federal, la ciudad capital quedó incluida en el Programa Hábitat con un presupuesto de 15.3 millones de pesos, que se destinarán para atender demandas sociales con “políticas de estado eficientes, al margen de clientelismos políticos”.
De acuerdo con datos de la delegación de la Secretaría de Desarrollo Social, de las 59 mil familias incorporadas al Programa Oportunidades, que aglutina a grupos familiares en condiciones de pobreza extrema, el 22 por ciento está localizado en el municipio de Durango; alrededor de otras 7 mil familias pobres reciben el apoyo de Liconsa para leche en polvo subsidiada.
En la vertiente de factores de riesgo, la zona sur de la ciudad, según evaluaciones de la Comisión Nacional del Agua y Sideapa, tiene latente el problema de inundaciones por la ausencia de un drenaje pluvial y su cercanía con el Arroyo Seco. De hecho, unas 55 familias tienen sus viviendas sobre la ribera de este cauce que prácticamente en un foco de contaminación.
Adicionalmente, un diagnóstico de la delegación de la Semarnatasentó que en el municipio de Durango tres de los cinco acuíferos están sobreexplotados, además de la prevalencia de problemas de contaminación ambiental, deterioro de la biodiversidad y erosión del territorio.