Reuters
VIENA, AUSTRIA.- Francia, Alemania y Gran Bretaña están preparando una dura resolución de crítica a Irán por ocultar tecnología nuclear sensible durante décadas al órgano supervisor nuclear de la ONU, dijeron ayer fuentes diplomáticas.
El proyecto sería debatido por la junta de gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) el 20 de noviembre, cuando sea presentado un informe interno sobre el programa nuclear de Irán, en el que se da cuenta del incumplimiento iraní, durante 18 años, en informar sobre sus actividades e instalaciones atómicas.
Estados Unidos quiere que el OIEA declare que Irán incumple sus obligaciones bajo el Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear, lo que podría conllevar posibles sanciones económicas a decidirse por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Pero un diplomático occidental que pidió no ser identificado dijo que Europa, Latinoamérica y el Movimiento de No Alineados (MNA), que forman una mayoría en el órgano de Gobierno de 35 miembros, tienen “más o menos una opinión común” en contra de denunciar a Irán al Consejo.
“Será extremadamente difícil, por no decir imposible, alcanzar un consenso de no cumplimiento (del TPN)”, dijo el diplomático, añadiendo que la mayor parte de los miembros de la dirección estaban a favor de “una resolución en terminología dura que envíe un mensaje muy contundente” a Irán, nada más.
Diplomáticos dijeron que Francia, Alemania y el Reino Unido habían indicado que estaban trabajando sobre una resolución en ese sentido, aunque añadieron que aún no había circulado nada del mismo.
No estaba claro si la propuesta será suficiente para satisfacer a Estados Unidos y sus aliados que mantienen una misma posición de línea dura sobre la cuestión de Irán: Canadá y Australia.
Teherán advirtió el jueves de que la crisis que rodea a su programa nuclear podría agravarse si el OIEA dictamina un incumplimiento de sus obligaciones con el TPN e informa de ello al Consejo de Seguridad.
“Espero que no lleguemos a tal escenario porque las cosas pueden salirse de control fácilmente”, dijo en una entrevista el embajador de Irán ante el OIEA, Ali Akbar Salehi.
“Y entonces se puede llegar a consecuencias impredecibles. No queremos ni pensar en tal situación”, añadió, sin entrar en detalles.
El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Kamal Jarrazi, dijo a los periodistas ayer durante una visita a Japón: “Somos partidarios de una transparencia completa. Hemos cooperado incluso más de lo que el OIEA esperaba”.
El último informe del OIEA sobre Irán dice que “no hay pruebas” de que el programa nuclear de Irán tuviera algo más que propósitos pacíficos.
También dijo que Irán había ocultado un programa de enriquecimiento de uranio durante 18 años y que había producido pequeñas cantidades de plutonio, utilizable en una bomba y con escasos usos civiles.