Cada año trae su carga de auspicios, presagios, certidumbres, promesas y amenazas. El 2003 no nos defraudará en materia de emociones, turbulencias y agitaciones. Si bien la economía nacional y la internacional mejorarán en su conjunto, el año que arranca viene preñado de sus propios riesgos e incertidumbres. A continuación paso revista a algunos temas que formarán el material sobre el cual se construirá la historia de este año.
1.- Iraq
En el ámbito internacional el año quedará definido por la guerra en Iraq. La obsesión de Bush y su gobierno en contra de Saddam Hussein ha convertido el conflicto en una cruzada casi religiosa, en un imperativo moral, en una guerra santa para derrotar al eje del mal. Aunque los motivos son pueriles y desproporcionados y al resto del mundo le parece que se trata de una guerra innecesaria, Bush se está asegurando que el enfrentamiento desemboque, inevitablemente, en una confrontación militar. O mejor dicho, en una masacre. Nadie pone en duda el resultado (Hussein será derrotado); pero hay grandes discrepancias en el número de víctimas que tomará lograrlo. Podrían ser miles. Los expertos también difieren en el balance final de esta intervención. Algunos aseguran que al final propiciará estabilidad en Oriente Medio y mayor prosperidad al pueblo iraquí (además de petróleo más barato y “dócil” para el Occidente). Pero otros argumentan justamente lo contrario: la derrota por medio de la fuerza bruta provocará resentimientos en el mundo árabe, acrecentará las diferencias con el Islam e impulsará el fundamentalismo violento y de resistencia (en otras palabras, el terrorismo). En suma, los jinetes de la guerra cabalgan con paso inexorable hacia la batalla; por desgracia sólo queda esperar los resultados.
2.- Comicios
La vida política nacional también estará determinada por un suceso: las elecciones de verano para cambiar la Cámara de Diputados y Senadores. Para todas las fuerzas políticas se trata de un acontecimiento decisivo. En el caso de Fox constituye una especie de plebiscito con el que el electorado evaluará su gobierno. Pero más importante aún, le ofrecerá una extraordinaria oportunidad para mejorar la posición del PAN dentro del Poder Legislativo. Recordemos que hasta ahora el partido del Presidente ha carecido de una mayoría en las cámaras y en consecuencia el Gobierno ha sido incapaz de poner en marcha sus proyectos de reforma. Buena parte de las expectativas frustradas que genera la actual administración están relacionadas con el hecho de que las iniciativas presidenciales, una tras de otra, han sido derrotadas en las cámaras. Si el PAN logra buenos resultados en estos comicios y aumenta su peso dentro del Poder Legislativo, Fox podría lanzar su programa de gobierno en la segunda mitad del sexenio y convertirse en algo más que en “el gestor de la parálisis” que ha sido en los primeros años.
El proceso electoral también será una buena oportunidad para comparar las fuerzas entre Fox y la élite del PAN con motivo de la selección de candidatos del blanquiazul. El Presidente (y “la presidenta”, desde luego) buscarán colocar a sus hombres en las posiciones y distritos más seguros, lo cual asegura una tensión considerable con la burocracia del PAN que, obviamente buscará hacer lo mismo.
Para los partidos restantes también se trata de unos comicios decisivos, en particular para el PRI. Si bien el tricolor no desapareció luego de perder el poder, su futuro aún plantea incertidumbres. La ola de escisiones y de fundaciones de nuevas organizaciones quedó conjurada momentáneamente. Pero un retroceso sustancial en los próximos comicios podría invocarlas de nuevo. Las encuestas indican que el PRI ha recuperado terreno en algunas regiones (Jalisco y Nuevo León, por ejemplo), pero los pronósticos no le son favorables a escala nacional para este verano.
3.- La pobreza
En el 2003 es necesario poner la lupa en la precaria situación del campo. Podríamos tener sorpresas desagradables. No sólo por la desaparición del gravamen de los productos agrícolas del exterior y su impacto en la economía de los agricultores; también por la miseria crónica, insostenible, que aqueja a los campesinos y en general a la población rural. Con toda probabilidad, a lo largo del año se multiplicarán las tomas, las marchas y los conflictos sociales. Lentamente nos acercamos a la posibilidad de una ruptura social mayor y no queremos ver las señales. En este año habrá muchas de ellas.
Miscelánea
Hay muchos aspectos más sobre los que convendrá poner cuidadosa atención. La evolución del gobierno de Lula en Brasil (cuyo arribo al poder ha generado tantas expectativas como el de Fox hace dos años). La estrategia de suicidio político del subcomandante Marcos (¿voluntaria? ¿involuntaria?). El protagonismo creciente de los gobernadores como nuevo fenómeno entre los grupos de poder. La popularidad de Andrés Manuel López Obrador y sus posibilidades. La conquista definitiva del genoma humano y la creciente polémica sobre biogenética, clonación y alimentos transgénicos. Los esfuerzos para entender la globalización y la búsqueda de opciones para domarla y convertirla en un factor en provecho de todos. Estos son los temas trascendentes (y desde luego hay otros importantes: ¿será Lavolpe la respuesta para la selección nacional? ¿Regresarán los tiempos de gloria de Las Chivas del Guadalajara con su nuevo propietario, Jorge Vergara?).
Las noticias podrán ser buenas o malas, pero éstos serán los titulares de los periódicos en los próximos doce meses. Llevemos cuenta del marcador. (jzepeda52@aol.com)