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Washington, EU.- El presidente estadounidense George W. Bush presentó ayer un plan económico para destinar más ayuda a los desempleados y reducir más impuestos para estimular la economía los próximos diez años a un costo de 674 mil millones de dólares.
Bush indicó que la ambiciosa propuesta que llevará al Congreso está centrada en alentar el gasto de los consumidores, promover el crecimiento de los negocios, impulsar la confianza en los mercados financieros y brindar ayuda critica a los desempleados.
?Este plan lo propongo porque su necesidad es urgente y por ello llamo al Congreso a actuar rápido y aprobarlo?, dijo Bush ante el Club Económico de Chicago en esa ciudad, donde recordó las dificultades económicas de los últimos dos años.
Empero, Bush insistió que la economía del país continúa siendo ?fuerte y resistente?, y recordó que gracias a las acciones implementadas por su administración la última recesión que enfrentó el país a inicios de su gobierno ha todas.
Al hacer a un lado las críticas de los demócratas que atacaron el plan desde el lunes, Bush defendió su impacto al insistir que la reducción y eliminación de impuestos propuestos alcanzará a todos los estadounidenses, no sólo a los ricos como muchos insisten.
?De manera general, este paquete reducirá la carga tributaria de los estadounidenses en 98 mil millones de dólares este año y 670 mil millones durante la próxima década?, explicó el mandatario, quien calificó de pesado el monto fiscal sobre los contribuyentes.
Bush indicó que la eliminación del impuesto sobre el pago de dividendos a accionistas, -la pieza central del paquete- que se cobra dos veces, corregirá el desbalance que significa los altos impuestos en ganancias por venta de acciones y menores ingresos.
La propuesta fue atacada por los demócratas, quienes insisten que eliminar este impuesto sólo ayudará a los más ricos, los únicos con grandes capitales colocados en acciones, algo en lo que publicaciones como el New York Times parece coincidir. En un editorial, el rotativo indicó que eliminar este impuesto, no sólo significará que el Departamento del Tesoro dejará de recibir unos 300 mil millones de dólares durante la próxima década, sino que beneficiará a las personas equivocadas. ?Poner fin al impuesto sobre dividendos, no proveerá a la economía con el estímulo de corto plazo que busca al plan?, dijo el New York Times, que prevé que el ahorro no se verá sino hasta el año 2004.