Reuters
Washington, EU.- El presidente George W. Bush envió ayer al Congreso un presupuesto de 2.23 billones de dólares para el año fiscal 2004 que expandiría el sector militar, reduciría los impuestos a los inversionistas y reestructuraría el sistema de salud subsidiado por el gobierno.
El presupuesto para el año fiscal 2004, que se inicia el primero de octubre, aumentaría considerablemente el déficit presupuestal del país y lo llevaría a niveles récord.
En lo que subraya la erosión económica del panorama fiscal del país, que en el 2000 registró un superávit récord, el presidente proyectó que el déficit presupuestal en el actual año fiscal sería de 304,000 millones de dólares y de 307,000 millones en el 2004. Estas cifras superarían el récord de 1992, de 290,000 millones de dólares.
En los próximos cinco años, la Casa Blanca prevé que el déficit presupuestario aumentará a más de 1.08 billones de dólares, aunque en el 2001 el gobierno estaba pronosticando un superávit a 10 años de 5.6 billones de dólares.
Ante la situación de una nueva eventual guerra con Irak, Bush propuso un aumento de 4.2 por ciento a los gastos del Departamento de Defensa que en términos monetarios equivale a 15 mil 300 millones de dólares para el año fiscal de 2004.
Para el nuevo Departamento de Seguridad Doméstica que conjunta a 22 agencias federales, Bush solicitó al Congreso un presupuesto de 23 mil 900 millones de dólares, que se usarán principalmente para defender a Estados Unidos de los actos del terrorismo.
Estados Unidos planea hacer más rígidos sus controles fronterizos el próximo año mediante la consolidación operativa de las agencias involucradas en estas tareas, y para ello destinaría cinco mil 600 millones de dólares.
Sobre los programas sociales y para equilibrarlos con los aumentos en los fondos para seguridad doméstica, Bush pidió al Capitolio un aumento de 400 mil millones de dólares para los próximos 10 años.
En una extraña coincidencia, el presupuesto de Bush para el año fiscal de 2004, pide un aumento de unos 500 millones de dólares para la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), que el fin de semana pasado perdió a su transbordador Columbia.