23 octubre 2003
París, (EFE).- La ascensión contra reloj al Alpe d'Huez, en la decimosexta etapa, será la principal novedad del Tour de Francia 2004, que a partir del sábado 3 de julio recorrerá 3.395 kilómetros entre Lieja (Bélgica) y los Campos Elíseos de París, donde concluirá la ronda el domingo 25 de julio.
La contra reloj en Alpe d'Huez, de 15 kilómetros, constituye una etapa inédita en la historia del Tour de Francia y será la primera gran contra reloj individual de la edición 2004. Antes se habrá disputado un prólogo de 6 kilómetros en Lieja y una crono por equipos de 65 km. el 7 de julio entre Cambrai y Arras.
El Tour 2004 promete "sorpresas y emoción", según su director, Jean-Marie Leblanc, que anunció hoy el recorrido en presencia del corredor estadounidense Lance Armstrong, aspirante a batir el récord de cinco victorias que comparte con los franceses Jacques Anquetil y Bernard Hinault, el belga Eddy Merckx y el español Miguel Induráin.
"La carrera ha sido diseñada para que los favoritos no puedan sentirse nunca completamente seguros y para mantener la emoción verdaderamente hasta el final", comentó Leblanc.
Veintidós equipos (los 14 primeros de la clasificación UCI y 8 más por invitación) de nueve corredores cada uno estarán en la línea de salida el sábado 3 de julio en Lieja. El pelotón, por tanto, estará formado por 198 ciclistas.
El Tour 2004 partirá de territorio belga con una contrarreloj de 6 kilómetros y permanecerá otros tres días en Bélgica antes de pasar al norte de Francia, donde el 7 de julio se disputará la cronometrada por equipos de 65 kilómetros entre Cambrai y Arras.
A fin de que los escaladores no se vean perjudicados en exceso por esta etapa, la organización ha limitado a dos minutos y medio la ganancia máxima de tiempo en este duelo por escuadras.
La caravana ciclista tomará después la dirección de Bretaña. La primera jornada de descanso, el 12 de julio en Limoges, estará precedida de un transbordo aéreo desde Quimper, final de la undécima etapa.
La decimotercera discurrirá entre dos poblaciones que jamás han recibido al Tour, Saint-Léonard-de-Noblat, cuna del ex campeón Raymond Poulidor, y Guéret.
Después de atravesar el macizo central, la carrera visitará los Pirineos, donde dos etapas, las mismas que en 2002, terminarán en alto: la duodécima en La Mongie y la decimotercera en Plateau de Beille.
El 19 de julio habrá nueva jornada de descanso, en Nimes, antes de enfilar los Alpes, donde los escaladores tendrán ocasión de lucirse en el ascenso contrarreloj al Alpe d'Huez (decimosexta etapa, de 15 km) y el paso por los puertos de Glandon y la Madeleine.
Los expertos contra el crono sólo tendrán, esta vez, una gran etapa para intentar conseguir diferencias, la víspera de la clausura en Besancon, sobre un recorrido de 56 kilómetros que puede resultar decisivo.
Leblanc explicó que, aunque las montañas incluidas en el recorrido no son tan altas como en 2003, "sí estarán llenas de dificultad y de peligro". En la ronda 2004 no se subirán algunas de las cumbres míticas del Tour, como el Galibier, el Tourmalet o el Isoar.
Para compensar la pérdida de una etapa montañosa (en 2004 habrá seis, frente a las siete de 2003), los organizadores han incluido la ascensión contrarreloj al Alpe d'Huez "para alterar tácticas y provocar más incertidumbre".
Lance Armstrong, habituado a fraguar sus victorias en una fase temprana de la carrera, casi siempre al final de la primera semana, con sus exhibiciones contra el cronómetro, habrá de esperar esta vez hasta cuatro días antes del final para hacer valer su excelencia en el esfuerzo individual, y sobre las temibles rampas del Alpe d'Huez.
La relación de equipos participantes será hecha pública antes del primero de marzo para evitar las controversias suscitadas en años anteriores, anunció Jean-Marie Leblanc.
"Para elegir a los equipos invitados", precisó el director del Tour, "no se tendrán en cuenta los resultados de la primera parte de la temporada, como se hacía hasta ahora, sino la potencia teórica del grupo".
Leblanc recibió críticas muy duras antes de la última edición del Tour de Francia por no invitar al equipo italiano Domina Vacanze, cuyo jefe de filas era el campeón mundial, Mario Cipollini, alegando que sus resultados previos a la ronda francesa no habían sido buenos.