TORREÓN, COAH.- Ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos se interpuso una queja por abuso de autoridad y lesiones contra Juan Antonio Gómez Lavín, jefe operativo de la Dirección de Seguridad Pública de Francisco I. Madero.
Como afectado aparece José Luis Nieves Aldaco de 22 años, estudiante de Sistemas en la Universidad Iberoamericana, vecino de Francisco I. Madero, quien fue atacado con lujo de violencia en el internado de la cárcel municipal por el jefe policíaco.
En la redacción de este medio, el quejoso mencionó que los hechos ocurrieron entre las 23:00 y 23:30 horas del pasado viernes siete de marzo, cuando se encontraba afuera del Club de Leones.
Nieves Aldaco comentó que era acompañado por su primo Guadalupe Aldaco Cardozo de 18 años y en determinado momento detuvo la camioneta en doble fila para saludar a una joven.
De la puerta del centro social salió un policía que indicó al conductor que moviera la camioneta para no estorbar la circulación. Cuando se disponía a mover su vehículo, José Luis fue abordado por una persona vestida de civil que vociferaba malas palabras a la vez que amenazaba al estudiante.
Sorprendido por la actitud agresiva del desconocido sujeto, el afectado decidió iniciar la marcha y el tipo trató de detenerlo jalándole la ropa. Dos cuadras adelante, la camioneta de Nieves Aldaco fue bloqueada por una patrulla de Seguridad Pública y el joven trató de saber el motivo de su detención.
Uno de los policías bajó pistola en mano y el otro sujeto empezó a golpearlo por la ventanilla, ahí supo que su agresor era Juan Antonio Gómez Lavín, alias “El Delfín” o “El Miami”.
El jefe operativo de Seguridad Pública reclamaba al joven que casi le pasaba las llantas por una de sus botas, el joven preguntaba por qué lo golpeaban, la respuesta se la dieron con más golpes.
Finalmente decidieron trasladar al joven a la cárcel municipal, ahí se repitió la dosis de lesiones y fue hasta que Nieves Aldaco advirtió que lo denunciaría con Derechos Humanos, cuando terminó la paliza.
El joven universitario dice que no sabe cuál fue el motivo de su internamiento en la cárcel, recuerda que un doctor lo certificó y fue hasta las cinco de la mañana del sábado ocho de marzo, cuando logró su libertad.
Después de incorporarse, ese mismo día, José Luis acudió a la agencia del Ministerio Público y ahí le indicaron que debería trasladarse a San Pedro para que lo certificara un médico legista. Después le tomaron su denuncia pero se negaron a entregarle algún documento.
El lunes diez de marzo, el joven solicitó asesoría en la Universidad Iberoamericana y finalmente acudió a las oficinas de la Segunda Visitaduría de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, donde ya se investiga el caso.