MÉXICO, DF.- El campo de entrenamiento del club América es una olla exprés a punto de reventar: La afición, la directiva y la prensa abruman a los jugadores con un solo tema: su posible eliminación del Torneo Apertura 2003 del futbol mexicano.
Por su mala campaña, las Águilas se ven obligadas a ganar los últimos dos partidos si quieren aspirar a un juego de reclasificación para mantener la luz de su velita que está a punto de extinguirse.
"Para nosotros ya inició la liguilla", admite Germán Villa, el jugador más americanista de la escuadra de Leo Beenhakker, quien se formó en el nido águila y ha jugado más de 10 años con el club azulcrema.
Ningún jugador admite la posibilidad de quedar fuera de la liguilla, donde el América, desde 1970 que se instauró esta manera de definir al campeón del futbol, es un invitado especial. Hasta ahora sólo ha faltado a nueve citas de 41.
La manera en que los futbolistas enfrentan está situación que se vive sólo en los equipos denominados grandes, es pensar positivamente e ignorar los que pasaría de enfrentar el fracaso.
"La presión la enfrento con toda la responsabilidad con que se debe encarar, pero estoy consciente de que es futbol, sin evadir la responsabilidad", simplifica Germán.
"Tuvimos altibajos todo el torneo y estamos en una instancia donde no sabemos si podemos calificar por repechaje, la posibilidad está ahí, y trataremos de luchar hasta el final", dice.
En torno a su estado anímico y sicológico señala: "con buenos resultados la sicología es buena, con malos resultados a lo mejor te faltan palabras de aliento y apoyo".
Sobre la manera que el equipo enfrentará esta situación comenta: "todos sabemos el compromiso que tenemos, estamos conscientes del momentos que vivimos y trataremos de afrontarlo y sacarlo adelante. Sin duda nosotros haremos todo lo que esté de nuestra parte".
La presión aumenta si el jugador es extranjero y se creó una gran expectativa por su contratación. Este es el caso del uruguayo Sebastián "Loco" Abreu, de quien se esperaban goles y más goles, pero hasta la fecha su marca está en tres y su titularidad está en duda.
"Yo en lo personal me siento bien, con ganas de jugar, pero realista de la situación que se vive en el equipo", dice Abreu.
El delantero controla la presión evadiendo todo mal pensamiento. "Lo manejo no pensando en eso, pienso en positivo, ya después habrá momento de analizar, de antemano no puedes estar pensando en lo negativo, sino en lo positivo", explica.
"Estamos tranquilos pero con la urgencia de que tenemos que ganar este partido como sea, porque si no se complicaría mucho y se haría muy difícil poder llegar a ese repechaje?.
"Mientras que haya posibilidades, como hay el día de hoy, hablando literalmente, mientras haya vida las posibilidades están, uno en ese aspecto no se desanima y sabe que tiene el chance de calificar", se motiva él mismo.