POR MARTÍN CHÁVEZ CHÁVEZ
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Representantes del Sindicato Magisterial Sección 38, pretenden obligar a los jubilados para adquirir un seguro médico a pesar de contar con ese servicio que se les ofrece a través de la clínica “Felipe de Alba Galván”; “en vez de tratar de mejorar la atención, nos quieren cobrar por un seguro, cuya aplicación sería en ese mismo hospital”, sostiene Bertha Sifuentes de Reyna, jubilada.
Ayer, integrantes de la Asociación de Jubilados de la Sección 38 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), encabezados por Roberto Zúñiga Ganem y Gilberto Reyna, se reunieron de nueva cuenta para analizar la difícil situación que atraviesan y planear estrategias para afrontar sus problemas.
La maestra Bertha sostiene que en la clínica del Magisterio se afrontan serias carencias, no hay medicamento, ya no quieren subrogar ciertos servicios y aunque existe un fideicomiso creado con ese fin, dicen que el dinero es solamente para los trabajadores en activo.
“Los maestros jubilados somos siempre propositivos y al rechazar la contratación del seguro médico, no sólo asumimos una postura negativa, sino presentamos como propuesta el que además del 3.5 por ciento que nos descuentan por el servicio médico, que se nos rebaje un dos por ciento más y que se deseche la opción del seguro médico”, explica.
Uno de los argumentos para rechazar la contratación del seguro médico, es que los jubilados tendrán que pagar el costo del servicio, pero de manera individual para cada uno de los integrantes de su familia, lo que resultaría muy costoso, justificó la maestra Sifuentes de Reyna.
Se refirió al servicio médico que se ofrece en la clínica “Felipe de Alba Galván” y consideró que es pésimo, pues tardan hasta 20 días en surtir una receta y ello implica gastos fuertes. “Son 25 pesos de ida y 25 de venida en el taxi y para que te digan que no ha llegado la medicina, no es justo y es lo mismo con los jubilados y en activo”, aseguró.
Abundó que aunque son derechohabientes pagan un diez por ciento del costo del medicamento, pero en esta farmacia la medicina la ofrecen más cara que en otra, de ahí que se paga más por el producto y no es mucho el beneficio para los usuarios.
La maestra jubilada aseguró que los representantes del Sindicato Magisterial están enterados de las carencias de la clínica, pero no hacen nada, por el contrario hay represalias en contra de la gente que protesta, pues han advertido a quienes intentan formar parte de la asociación, en el sentido de que habrá consecuencias negativas si se unen al grupo.
Se burlan de nosotros...
Por otra parte, la maestra jubilada, aseguró que entre los dirigentes del sindicato magisterial ha habido burlas hacia su asociación; “dicen que estamos locos y a los que quieren formar parte de la asociación no los dejan entrar”.
Anunció que los representantes de la asociación han determinado desfilar el próximo primero de mayo, en protesta por la serie de injusticias cometidas en su contra, pues no es posible que sus mismos dirigentes pretendan imponerles un seguro médico, cuya atención se ofrecerá en las mismas instalaciones a las que hoy tienen derecho, concluyó.
TRISTE EXPERIENCIA
“Me siento triste porque después de trabajar durante 40 años en la educación de los niños, no obtengo una atención médica adecuada, tan siquiera en reconocimiento a mi trabajo, está bien que amas tu profesión y no esperas nada a cambio de tu trabajo, pero cuando menos que éste se vea recompensa-do en la salud”.
Yo en lo personal no batallo al solicitar el servicio médico en la clínica del Magisterio, pero no se trata de mi persona, sino de todos los derechohabientes; conserjes, secretarias y todo el personal de apoyo a la docencia con el mismo derecho.
Trabajé durante 40 años en el magisterio y mi esposo –Gilberto Reyna--, 35, dejamos toda una vida para la educación y eso debe recompensarse aunque sea con buena atención a nuestra salud.
FUENTE: Bertha Sifuentes