POR MARTÍN CHÁVEZ CHÁVEZ
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Intimidación e incertidumbre priva entre vecinos de las colonias Nueva California y San Felipe, al oriente de la ciudad, pues sin importar el Plan Director de Desarrollo Urbano, les pretenden fincar casas sobre la calle Rosarito, franja de siete de ancho por 700 metros de largo, que comunica a estos dos sectores; “Nos enfrentamos a políticos muy pesados y ya ha habido amenazas”, reconocen.
El Siglo de Torreón estuvo ayer en la arteria en disputa y dialogó con algunas amas de casa del lugar, representantes de las dos colonias, quienes aseguran que hay problemas de hundimiento, serios casos de inseguridad, amenazas de gente desconocida, quienes tratan de intimidar a los vecinos que se atreven a denunciar el conflicto.
Mediante escrito entregado a El Siglo de Torreón, las afectadas recuerdan que hace diez años llegaron a la colonia Nueva California y hace cinco al fraccionamiento San Felipe, sin embargo entre estos dos sectores pasaba un canal conductor de aguas negras, cuya contaminación provocaba enfermedades como infección de la piel, alergias, asma.
En reunión entre colonos, se decidió solicitar la intervención del Sistema Municipal de Agua y Saneamiento (Simas), cuyos trabajadores entubaron el tramo, pero la medida no dio solución al conflicto, ya que la instalación se reventaba constantemente y después los obreros de la dependencia sólo se concretaban a tapar con láminas y cemento los hoyos surgidos en el sistema.
En ocasiones, recuerdan, el agua que surgía de la tubería penetraba a las viviendas, hasta que finalmente se tapó el cárcamo, acción con la cual las colonias tuvieron una comunicación directa; sin embargo el cubrimiento del canal tenía como objetivo real la construcción de casas en un terreno prohibido.
En forma sorpresiva trabajadores a bordo de maquinaria llegaron y empezaron la obra, invadiendo parte de la calle Rosarito y a pesar de que en diversas ocasiones se pretendió exponer el problema al entonces presidente Salomón Juan Marcos, éste no atendió el llamado de la comunidad.
La situación hoy se torna más seria, pues por acuerdo de la Dirección del Patrimonio Inmobiliario del Municipio de Torreón, ya cedieron el resto de la calle Rosarito que une a las dos colonias y en poco tiempo empezará la construcción de viviendas, lo que provocará mayores problemas de inseguridad a los vecinos de ambos fraccionamientos.
Los afectados exponen en su escrito que lo único que han obtenido en respuesta a sus demandas, son constantes amenazas, una demanda por daños en propiedad ajena, intimidaciones y hasta el despido de una persona que laboraba en una dependencia pública, porque se atrevió a hablar.
El problema en estos momentos, fue expuesto al Sexto Regidor del actual Ayuntamiento y piden se haga respetar el Plan Director de Desarrollo Urbano de Torreón 1999-2020.
Delincuencia y mucho vicio
Margarita Sifuentes, una de las afectadas, recuerda cuando tramitó su crédito de poco más de 30 mil pesos para comprar su vivienda en el fraccionamiento Nuevo California; “hoy, aunque formo parte de la lista de ‘clientes cumplidos’, debo más de 100 mil pesos y habito una vivienda insegura, al lado de un basurero y rodeada de viciosos y malvivientes”, reconoce.
Hace tres días, recuerda, una niña dañó la tubería conductora de gas y como a las 11 de la noche se concentraron aquí autoridades y gente de la empresa distribuidora, pues surgió una fuga, pero no se dijo nada del asunto, ya que no les convenía, “entonces si se construyen casas sobre la calle Rosarito se complicará la llegada inmediata de cualquier autoridad en casos de emergencia”, consideró.
Se refirió también a los constantes asaltos perpetrados a las misceláneas del lugar, cuyos propieta-rios tienen que levantarse muy temprano y por ello han sido víctimas de malvivientes que llegan de otras colonias, como el caso de una niña que se querían llevar en una camioneta, pero gracias a la intervención de un señor, no se la llevaron, “eso salió en el periódico”, añadió.
La vecina citó los constantes problemas que afrontan los jovencitos para trasladarse a la Escuela Secundaria Técnica de San Felipe, pues cuando van al centro de estudios todavía está oscuro y se han dado casos en que las niñas son correteadas, aseguró.
Margarita se lamentó, pues nunca imaginó que terminaría viviendo en un lugar así y con una fuerte deuda que lejos de disminuir se incrementa cada mes.
Los vecinos de las dos colonias piden el respaldo de la autoridad municipal.