Notimex
SAN DIEGO, EU.- México y Estados Unidos presentarán nuevos cargos que podrían llevar a la extradición de Benjamín, Javier y Francisco Arellano Félix, además de otros miembros del cártel de drogas de Tijuana, informaron diversas fuentes. Los procuradores Rafael Macedo de la Concha, de México y John Ashcroft, de Estados Unidos, presentarán en rueda de prensa los cargos contra todos los cabecillas y lugartenientes del llamado cártel de drogas de Tijuana.
Autoridades federales estadounidenses adelantaron a medios informativos en San Diego y a condición de anonimato que los nuevos cargos evitarían sentencias de pena de muerte, para buscar extraditar a los sospechosos presos en México a Estados Unidos.
El consulado general de México en San Diego y la Agencia Federal Antidrogas (DEA) de Estados Unidos convocaron por separado a la presentación de nuevos cargos en la rueda de prensa que encabezarán los procuradores generales de ambos países.
Las autoridades estadounidenses adelantaron por su parte a medios locales que los hermanos Arellano Félix afrontan nuevos cargos “por tráfico masivo de drogas de México a Estados Unidos”.
Añadieron que a otras ocho personas identificadas en ambos países como lugartenientes de los Arellano también se les fincan cargos por “trabajar para el cártel”.
“La Corte Suprema de México prohíbe la extradición de delincuentes que enfrentan la pena de muerte o la cadena perpetua y bajo anteriores cargos Benjamín Arellano sería sentenciado a vivir en la cárcel”, según la versión divulgada ayer a medios locales.
“Con los nuevos cargos, las autoridades estadounidenses tendrán opción de buscar condenas más breves” y descartar la pena capital, de acuerdo con la información revelada.
Las acusaciones, de un gran jurado federal en San Diego, “forman parte de un esfuerzo para facilitar su extradición (de Benjamín Arellano) y posiblemente de otros dirigentes del cártel (de Tijuana)a Estados Unidos”, agregó.
El cártel de Tijuana es considerado el grupo delictivo con mayores operaciones de trasiego y tráfico de drogas en la frontera de casi tres mil kilómetros que comparte México y Estados Unidos, y cuyos principales líderes están detenidos en cárceles mexicanas