TORREÓN, COAH.- “Que la opinión pública no se dé cuenta de nada”, fue la condición de los dirigentes del Sindicato Magisterial, para hablar con los jubilados y pensionados de la Sección 38, quienes se quejan por la pretendida imposición de un seguro médico, independiente del servicio que ya tienen.
Roberto Zúñiga Ganem y Gilberto Reyna Guzmán, representantes del grupo de jubilados y pensionados, revelaron ayer el problema que afrontan, temerosos de que en cualquier momento la dirigencia de la Sección 38 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), les informe que tendrán que pagar por un llamado coaseguro de gastos médicos, el cual afectará severamente su economía familiar.
Explicaron que cuentan con el servicio médico que ofrece la clínica del Magisterio, ubicada en el bulevar Rodríguez Triana, sin embargo aceptaron que la atención es sumamente deficiente y los medicamentos más caros que en cualquier farmacia.
La dirigencia magisterial lejos de preocuparse por mejorar el servicio en esta clínica, pretende imponer un coaseguro por el cual se tendrá que pagar un dinero extra, pero de manera individual, por cada derechohabiente –esposa, hijo, Etc.—.
Indicaron que ya anteriormente habían protestado por el citado servicio, pero los líderes magisteriales les llamaron sólo para decirles que estaban dispuestos a dialogar con ellos, con la condición de que ya no hablaran con los medios de comunicación.
Esperaron un tiempo, confiados en que se respetarían sus derechos, uno de ellos, el servicio médico, por el cual pagan una cuota quincenal, cantidad que es apoyada por una participación extra del gobierno estatal.
Sin embargo, al no encontrar la respuesta positiva, los jubilados y pensionados decidieron romper el silencio y ayer dieron a conocer esta anomalía que pretende cometer el sindicato magisterial, en una estrategia que a todas luces se ve como negocio particular, aseguraron.
Los activos tienen miedo
La pretensión de imponer un coaseguro de gastos médicos, afecta también a los trabajadores de la educación en activo, sin embargo éstos por temor a represalias mantienen el silencio, aunque saben que afectará severamente su economía, expresó Zúñiga Ganem.
Muchos trabajadores de la educación tienen entre sus objetivos, el ascender a puestos de mayor categoría y mejor percepción económica y por ello no pueden declararse en contra de lo pretendido por los dirigentes magisteriales, de ahí el silencio que conservan, aseguraron.
El representante de los jubilados y pensionados, criticó la postura de la mayoría de los activos, aunque justificó su silencio y estimó que por eso se hace con los grupos sindicales de esta ciudad lo que quieren y por eso se tiene el servicio deficiente que ofrece la clínica magisterial en la Sección 38.
Parte de las deficiencias
Por otra parte, se refirió al servicio que brindan en la citada clínica, donde al principio se pagaban 80 pesos por un día y ahora, el permanecer un día encamado en alguna habitación cuesta 395 pesos, lo que realmente estimó como injusto.
De igual forma, criticó la falta de aparatos en algunas áreas importantes, como el de rayos equis, el cual al ser enviado a esta ciudad no se podía instalar porque se les olvidaron unos cables y ahora que están aquí, esperan la llegada de los técnicos de Tamaulipas. El aparato permanece sin funcionar en la clínica, con las consecuencias negativas para los derechohabientes, expresó.
La falta de medicamentos es algo muy común y se ha demostrado que en cualquier farmacia, la medicina tiene un costo inferior que en la clínica, concluyó, al tiempo que pidió el respaldo de las autoridades para que se dé marcha atrás en la intención de imponer el llamado coaseguro.