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MÉXICO, DF.- Unos 33 millones de mexicanos en condiciones de pobreza están en riesgo de adquirir paludismo “sobre todo en las regiones de la costa del golfo de México y el océano Pacífico”, lo cual es debido a factores ambientales, advirtió el especialista Mario Rodríguez, por lo que en temporada de lluvias se prevé un aumento de la misma.
El integrante del Programa de Control de Paludismo del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) explicó que la enfermedad, también conocida como malaria, es contagiada por la picadura de un mosquito que se reproduce en charcos de agua, y se le considera uno de los males de la pobreza prioritarios de atender.
Para la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la importancia atribuida al paludismo o malaria es equiparable al sida y la tuberculosis. De hecho, con este padecimiento, México se encuentra en el listado de países más afectados (principalmente africanos).
Según Mario Rodríguez, 80 por ciento de los casos detectados en México están en Oaxaca, y se corre el riesgo de un incremento de la misma en esta temporada de lluvias.
El médico integrante del Programa de Control de Paludismo en el ISSSTE participó en el Primer Congreso Internacional sobre Salud-Enfermedad de la Prehistoria al Siglo XXI en el sureste mexicano, y ahí expuso que 33 por ciento de la población mexicana está en riesgo de adquirir el mal y ahí presentó una prueba de detección que en diez minutos revela la presencia o no del agente patógeno.
La envergadura del problema es tal, que tan sólo para este año el Fondo para el Medio Ambiente Mundial destinó 13.9 millones de dólares para la búsqueda de métodos seguros de prevención del paludismo en México y América Central.
El objetivo es ampliar la investigación sobre productos distintos del DDT, que ha sido muy utilizado en el pasado para luchar contra los mosquitos, pero que por su toxicidad se encuentra en la lista de productos que deben dejar de ser utilizados a nivel mundial en los próximos años.