El Siglo-AEE
México, DF.- Aunque 2003 se ha presentado como un año complejo la estabilidad del sistema financiero nacional no tiene que perderse aún incluso con la ausencia de reformas estructurales aprobadas por el Congreso, afirmó Ricardo Guajardo Touché, presidente del Consejo de Administración de BBVA-Bancomer.
La estabilidad financiera no hay razón para perderla aún sin reformas en México ya existen condiciones para expandir gradualmente el crédito, obviamente con mayor intensidad hacia 2004. El panorama es complejo sobre todo recientemente en materia política, es claro que en la economía nacional hay retos pero existe la confianza de que paulatinamente irán resolviéndose, con miras a lograr bienestar social y mejores condiciones para todos los mexicanos.
El banquero aseguró que las reformas estructurales en discusión es motivo de preocupación y de ocupación entre el gremio de la banca comercial, pero existe la confianza y la esperanza de que estos cambios irán teniendo una solución gradual con miras a aumentar la base gravable, disminuir la actividad económica informal, y simplificando el actual esquema tributario, elementos todos que harán de México una economía más robusta.
En opinión de Guajardo Touché la dificultad de aprobar reformas estructurales y la discusión que ha generado en el ámbito político este tema es natural el proceso de transición democrática que vive el país, lo cual no significa que esté en riesgo la estabilidad financiera, aunque es obvio que en ausencia de reformas las tasas de interés subirán y el tipo de cambio tendrá mayores ajustes hacia la alza.
En su encuentro de fin de año con los medios de comunicación, Ricardo Guajardo reconoció que la discusión política de las reformas ha generado un ambiente de impaciencia ante el gobierno en todos sus niveles, y cada vez es más latente la presión de la sociedad hacia el poder legislativo para que aprueben una reforma fiscal que mejore sustancialmente las condiciones de los ingresos tributarios para el gobierno.
En opinión del banquero, con los actuales ingresos petroleros que tiene el país, México no debería de tener como reto mejorar su esquema tributario, sino por el contrario asegurar buenos ingresos fiscales y utilizar los recursos generados por la exportación petrolera para mejorar el ámbito competitivo de las empresas y de la economía en general.
Finalmente, habló de la necesidad de hacer más eficiente y moderno el cobro de impuestos en México ya que la complejidad del esquema actual sólo induce a la evasión en tanto que en materia energética el país, dijo, debería de contar con recursos energéticos más baratos y no de la mala calidad con la que se ofrece actualmente.
El sector financiero, dijo, es uno de los rubros de la economía que marcha muy bien, incluso en aspectos como la reactivación del crédito hacia proyectos productivos donde gradualmente aumenta el respaldo al sector productivo, algo que no había podido lograrse debido a que las condiciones macroeconómicas no lo permitían, hoy con tasas de interés históricamente bajas y un ambiente macroeconómico estable es posible mirar al futuro pensando aumentar el financiamiento bancario hacia el sector productivo nacional.