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Bogotá, Colombia.- La economía latinoamericana crecerá este año entre dos y 2.5 por ciento en comparación con 2002, previó ayer el secretario de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), José Antonio Ocampo.
El colombiano Ocampo, ex ministro de Hacienda, declaró a los periodistas en Bogotá que en esa cifra incidirán la aceleración de la economía de México y la reactivación de Argentina.
El secretario del organismo, adscrito a la ONU, señaló que ?se van a detener las tendencias adversas que hemos tenido en materia de pobreza en los últimos dos años en América Latina, que ha estado asociada a la recesión en varios países?.
Precisó que el crecimiento estimado de Chile, Ecuador, Perú y México estará entre el tres y cuatro por ciento, mientras que Argentina puede crecer un uno por ciento después de una tendencia negativa del diez por ciento.
Sin embargo, el secretario de la CEPAL advirtió de que Venezuela, que sufre desde hace 45 días una huelga de la oposición contra el Gobierno del presidente Hugo Chávez, tendrá un estancamiento, aunque no precisó cifras ni porcentajes.
En cuanto a la economía colombiana, Ocampo consideró que no crecerá este año más del dos por ciento, ya que el programa gubernamental para reducir el déficit fiscal de 4.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2002 a 2.5 por ciento, tendrá efectos recesivos y por ello el 2003 será ?un año difícil?.
El funcionario se entrevistó el martes con el presidente colombiano Álvaro Uribe, con quien analizó el programa de reactivación económica del gobernante, que tomó posesión en agosto del año pasado.
Ocampo le recomendó al Banco de la República (organismo emisor colombiano) ?ser muy activo? en materia de política cambiaria y monetaria, asegurar ?una tasa de cambio competitiva? y facilitar que las bajas tasas de interés se trasladen al público.
El ex ministro señaló que la economía colombiana no se reactivará por el comportamiento de los mercados regionales y pidió aprovechar la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas de EU (ATPA, por sus siglas en inglés).
Esta ley, otorgada por Estados Unidos en 1991 a las naciones andinas, en contraprestación por la lucha contra el narcotráfico, expiró en 2001, pero fue renovada en julio del año pasado por tres años más, con efectos retroactivos.