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MEXICO, DF.- Emilio Botín, el hombre que figura entre los cinco banqueros más importantes del mundo, advierte: "Lo que resta de 2003 y el próximo año, serán difíciles para México".
El presidente a nivel global de Banco Santander Central Hispano (BSCH) insiste que el país no crece a los ritmos deseados: "Ya lo dijo el propio secretario de Hacienda".
El banquero de 70 años refiere que aún con las perspectivas de menor crecimiento, "México y Brasil son básicos y uno de los destinos más atractivos para esta institución".
Botín encabezó la semana pasada las reuniones de Consejo de Administración de Santander Serfín. Ahí se analizaron los resultados del grupo al tercer trimestre del año y los planes de la institución. También sostuvo encuentros con sus principales clientes, entre ellos, Marco Antonio Slim, presidente de Inbursa.
La reunión con uno de los miembros de la dinastía Slim fue breve y se realizó el pasado jueves en un lujoso hotel capitalino. A su salida, la pregunta para ambos fue obligada: ¨Hay algún plan con Inbursa?.
El empresario español sólo respondió: "Tenemos reuniones constantes con nuestros clientes y Grupo Carso es uno de éstos".
Emilio Botín reconoce que la menor actividad económica en México impacta al negocio bancario y, específicamente, a la demanda de crédito.
No obstante, asegura que en los últimos meses los financiamientos registraron un crecimiento de 10%. "Pero nos gustaría que las cifras fueran mayores".
Empero, insiste que el incremento en flujos prestables se observa en prácticamente todos los rubros: consumo, vivienda, automotriz y recientemente en el segmento empresarial.
El banquero asegura que México tiene mucho futuro: "Nosotros pensamos a mediano plazo y apostamos por este país". En este momento, dice, las tasas de interés son bajas "y nos mantenemos optimistas".
Subraya que los indicadores macroeconómicos en México son sólidos y permiten generar un mayor clima de confianza en el país.