Washington, EU.- América Latina enfrenta uno de sus periodos más críticos en décadas y perspectivas inciertas para el 2003, por una posible desaceleración económica de Estados Unidos y por las implicaciones de la guerra en Iraq, estimó el BID.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anticipó que la región crecerá de 1.5 a 2.0 por ciento en el 2003, tomando en cuenta un conflicto bélico de corta duración, pero en medio de una incertidumbre que podría acentuarse de prolongarse la guerra.
?América Latina se encuentra en uno de sus periodos más críticos de las últimas décadas. Aunque algunas economías presentaron un crecimiento moderado, ningún país ha escapado a la situación de lento crecimiento?, señaló el BID en su informe anual 2002.
El Banco, que realiza su Asamblea Anual de Gobernadores en Milán, Italia, advirtió que las perspectivas de la región para 2003 están rodeadas de incertidumbre, en particular en momentos en que varios países de la región muestran indicios de estar en recesión.
?En el ambiente internacional, todavía predomina una percepción muy adversa al riesgo, debida especialmente a diversos temores sobre la economía de Estados Unidos?, señaló el análisis.
Aunque el crecimiento se recuperó desde el tercer trimestre del 2002, el BID sostuvo que subsisten dudas sobre diversos segmentos del sector empresarial y que el elevado déficit de cuenta corriente de Estados Unidos con el resto del mundo podría ser una fuente de inestabilidad para la economía mundial. ?Las implicaciones de un conflicto internacional agregan incertidumbre y en algunos medios se especula incluso sobre una posible delación que podría sumir a la economía estadounidense en dificultades más permanentes, como las experimentadas por Japón durante la última década?, alertó.
Entre los casos específicos, el Banco observó que la crisis de Argentina se mantiene sin una solución definitiva, a pesar de los signos de recuperación de la producción y un cierto renacimiento de la confianza financiera. Brasil surgió también como un foco de preocupación en 2002, debido al aumento del margen de su deuda pública como consecuencia de las altas tasas de interés internas y la devaluación del tipo de cambio. Aunque mejoraron las perspectivas de sostenibilidad de la deuda.
En relación con el impacto de la guerra, funcionarios del BID estimaron que podría ser más incierto en países como México, como resultado de que un eventual recesión en Estados Unidos afecte las exportaciones mexicanas y no puedan ser compensadas por el aumento de sus ingresos petroleros.
?Es difícil anticipar lo que va a pasar?, reconoció el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias, en alusión a quienes anticipan desde posibles resultados positivos para la región, hasta quienes hablan de un efecto crítico si se prolonga una guerra contra Iraq.
DOBLE IMPACTO
La inestabilidad de los precios del petróleo y la amenaza terrorista en tiempos
de guerra son dos efectos que afectarán a las economías emergentes, entre ellas
a la mexicana.
?A México le toca doble
cachetada por los dos efectos principales que tiene la guerra?, la inestabilidad de los precios petroleros y la doble amenaza
de la guerra y el terrorismo,
dijo a una agencia de noticias internacionales la experta en comercio internacional,
Marcela Szymanski.
?La historia nos ha enseñado que un alto aumento en los
precios del petróleo puede tener choques contradictorios en la economía?, según un reporte de la Comisión Europea (CE).
?Las reservas de petróleo tienen una baja histórica, no es el caso de la guerra del golfo en 1991, cuando las reservas del mundo estaban en un nivel decente, ahora están muy bajas?, dijo el economista del Banco Bruxelles Lambert, Ivian Van De Cloot.
FUENTE: Reuters