TORREÓN, COAH.- Luego de una peliculesca persecución, agentes de Seguridad Pública lograron detener a una pareja que a bordo de un vehículo intentaron secuestrar a una persona. Ambos quedaron a disposición del Ministerio Público por los delitos que les resulten.
Lilia Verónica Olmos Trejo y Omar Valles, quienes no proporcionaron mayores datos, fueron detenidos en paseo de los Pinabetes y Paseo de La Rosita, después que la unidad 35284 los persiguió desde la avenida Matamoros y calle 19.
Eran las 00:05 horas cuando los patrulleros de la citada unidad realizaban su recorrido de vigilancia, percatándose que una mujer les hacía señas, solicitándoles ayuda, por lo que se acercaron a ella, quien se identificó como María Antonia Rojas Olivares, y les manifestó que acababan de secuestrar a su esposo.
La mujer les señaló un auto marca Honda, color gris, que en esos momentos se alejaba, donde los tripulantes llevaban a su cónyuge al que subieron por la fuerza.
De inmediato iniciaron la persecución con María Antonia a bordo de la patrulla, logrando alcanzar al vehículo por la avenida Juárez y calle 24, marcándole el alto, pero el conductor hizo caso omiso a la indicación y prosiguió su carrera.
De nueva cuenta en calle 31 y bulevar Revolución los alcanzaron, dando un cerrón con la unidad, pero sin que el chofer del Honda se detuviera, por lo que el conductor de la unidad policíaca provocó un pequeño choque, obligando así a que se parara.
Ese momento fue aprovechado por José Luis Chávez Rodríguez, de 41 años de edad, quien era la persona secuestrada, bajando del vehículo y abordando la patrulla.
Otra vez, el conductor del Honda aceleró y rápido puso tierra de por medio, pero los elementos de la DSPM observaron que se internó en la colonia Campestre La Rosita, por lo que se pidió apoyo a las unidades 35263 y 35389 del sector Sur, arribando hasta Paseo de los Pinabetes y Paseo de La Rosita, donde finalmente se interceptó a los presuntos secuestradores
La pareja lanzó una serie de insultos a los agentes policíacos, diciéndoles que los dejaran en paz, pues de lo contrario los iban a correr, negándose además a descender del auto, por lo que se solicitó la presencia de una grúa y con ellos a bordo fueron trasladados a la cárcel municipal donde quedaron a disposición de la autoridad competente.