Buenos Aires, Argentina.- El ministro argentino de Economía, Roberto Lavagna, reveló que fueron los países más ricos los que impusieron que el Fondo Monetario Internacional (FMI) tenga privilegios como acreedor de la deuda pública del país y no se vea afectado por el cese de pagos.
Organismos como el FMI y el Banco Mundial ?son acreedores privilegiados por una decisión de la comunidad financiera internacional que a través del Grupo de los 7 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Canadá) se manifestó por la prioridad de los organismos financieros internacionales?,dijo Lavagna en una entrevista publicada ayer en el diario ?Clarín?.
?¿Por qué les pagan?, esa era una de las primeras preguntas que nos iban a hacer (los acreedores privados). Pregunten a sus gobiernos?, dijo el ministro.
Argentina alcanzó en septiembre un acuerdo con el FMI por el que refinanció 12,500 millones de dólares a pagar a tres años y en cambio a sus acreedores privados les propuso pagarles con una rebaja del 75 por ciento del valor de bonos en mora desde diciembre de 2001 que suman 88,000 millones de dólares.
El 38.4 por ciento de estos acreedores está compuesto por argentinos, mientras que los inversores italianos representan el segundo grupo más importante, con el 15.6 por ciento del total, seguidos por los de Suiza (10.3), Estados Unidos (9.1) y Alemania(5.1 por ciento), según datos oficiales.
Los acreedores privados extranjeros rechazaron y criticaron duramente esta propuesta que Argentina presentó el 23 de septiembre pasado en Dubai (Emiratos Árabes), después de que concluyera la asamblea anual del FMI.
Desde entonces, varios funcionarios del gobierno argentino, incluido Lavagna, han viajado por el mundo para continuar la negociación con los tenedores privados de deuda pública.
?Nuestra misión es defender los intereses de la sociedad argentina y no de los acreedores privados?, dijo Lavagna en la entrevista publicada hoy y explicó que para satisfacer las demandas de estos tenedores de bonos públicos necesita aumentar el superávit fiscal y para ello debe aumentar los impuestos.
?Ofrecer más del tres por ciento (de superávit fiscal) empeoraría la oferta porque implicaría un aumento de impuestos y ahogar la reactivación?, explicó el funcionario.
Consultado acerca de si esta propuesta impide el reingreso de Argentina al mercado de capitales, Lavagna dijo que el gobierno no quiere volver a este mercado.
?Es la política del alcohólico curado, que no puede pasar siquiera cerca de una botella de vino. Argentina en 25 años subió su deuda de 7,000 millones a 180,000 millones de dólares. Entonces, si hay algo que Argentina no debe hacer es precipitarse al mercado de capitales?, indicó.
Acerca de cómo continuarán las negociaciones con los acreedores privados, Lavagna pronosticó que entre enero y febrero de 2004 estará lista la propuesta formal que se presentará ante cada Comisión Nacional de Valores de los distintos países.
Sin embargo, reconoció que en caso de que los tenedores privadosde bonos argentinos no acepten esa propuesta, seguirá la negociación.
La deuda argentina ascenderá a 185,200 millones de dólares a fines de año, según cálculos oficiales, está constituida por 153 tipos de bonos emitidos en siete monedas bajo ocho legislaciones diferentes y se encuentra en cese de pagos desde finales de 2001.