Precisó caminos a seguir monseñor Héctor González Martínez
El arzobispo Héctor González Martínez advirtió a los sacerdotes de Durango que en la actualidad hay muchos que se están esmerando por disminuir a la Iglesia, por lo que pidió al Presbiterio cuidarse de caer en el pecado, los hechos escandalosos y las tentaciones del mundo; deben buscar la unidad entre ellos y sus fieles, y promover la vocación en la comunidad.
Durante la reunión que sostuvo ayer con el Presbiterio en el Seminario Mayor, el líder de la Iglesia Católica pidió a los sacerdotes que se mantengan en la búsqueda de la dignidad de la persona y evitar que la acumulación de pecados en ellos dañe la armonía, el respeto y la solidaridad que deben existir. “Tenemos que luchar en vencer el pecado, y el pecado en la forma más aguda, que es la soberbia”, asentó durante la homilía de la misa solemne que concelebró con el obispo auxiliar, Juan de Dios Caballero.
Los temas que trató monseñor González Martínez con sus sacerdotes durante toda la mañana de ayer fueron sobre el Sacerdocio y la unidad que debe haber entre ellos, los peligros que rodean al Presbiterio, el Seminario y las vocaciones.
Las recientes muertes violentas de 2 sacerdotes que se dieron en Durango no pasaron desapercibidas entre los temas que trató el prelado en esta reunión del Presbiterio. Explicó que un presbítero es una figura pública y permanentemente está expuesto, no sólo a la muerte violenta, sino a la calumnia y difamación, situación que puede contrarrestarse con una vida santa, de fortaleza y paciencia, elevando siempre su dignidad humana y sacerdotal.
Aseguró que la Iglesia tiene enemigos que quieren siempre disminuirla, por lo que debe trabajarse en la fortaleza de sus sacerdotes, pues son hombres que están expuestos a la contaminación del mundo. En la capilla del Seminario Mayor, donde estaba reunida la mayoría de los presbíteros de Durango, el Arzobispo afirmó que la reciente muerte violenta de los presbíteros debe tomarse como un aviso, como una luz ámbar que les ayude a buscar la santificación por la gracia de Dios, a ser mejores y vivir el Evangelio. “Tenemos que salir fortalecidos de esto, santificados por la gracia de Dios”.
“BUSQUEN LA VOCACIÓN DE TODOS, NO SÓLO DE NUEVOS SACERDOTES”
En lo referente al Seminario, comentó que todos los sacerdotes tienen la obligación de salir a buscar vocaciones, pero no sólo sacerdotales, sino ayudar a los fieles a descubrir sus dones. Dejó ver que en su gobierno se promoverán los diaconados permanentes, los ministerios de lectores, extraordinarios de la Eucaristía, de catequesis, de animación y promotores, entre otros.
“El sacerdote es promotor nato de las vocaciones, de toda clase de vocaciones. Quiero que se promueva en primer lugar la vocación del laico y después de la sacerdotal, pues ésta llega sola. La Iglesia requiere sacerdotes laicales, entendido en el buen sentido”, manifestó monseñor Héctor González.
Ante párrocos, vicarios y sacerdotes en general se comprometió a que seguirá trabajando en las cosas buenas que hay en la Arquidiócesis, haciendo énfasis en la unidad de los propios presbíteros. Los exhortó a que vivan en paz y en comunidad, para que todos, unidos en el obispo, sean una fraternidad.
Nuevo Arzobispo pide perdón a sus antecesores
“Sr. Medel, no capto bien el porqué y el cómo, pero sí sé que por causas varias sufriste física, moral e internamente en Durango, y también sé que te entregaste por Durango hasta el quebranto de su salud. Así mismo, sé que estás en el corazón de muchos. Cualquiera que sea la razón de tu sufrimiento, en nombre de esta Iglesia a la que serviste y que ahora presido, te pido perdón”.
“Saludo a Mons. Antonio López Aviña, de larga vida, de ministerio cargado de frutos, de quien fui colaborador en parroquia, en el Seminario y en otros organismos diocesanos. Se invierten las cosas y ahora me toca hacer de guía y padre a quien me Ordenó subdiácono, diácono, presbítero y obispo. Si también ha sufrido, cristiana y eclesialmente me es inexplicable; en nombre de la Arquidiócesis también le pido perdón”.