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BOSTON, EU.- Richard Reid, autotitulado miembro de Al Qaeda que intentó derribar un jet trasatlántico mediante explosivos ocultos en los zapatos, fue condenado a prisión perpetua ayer.
Reid, de 29 años, dijo que trató de derribar el avión de París a Miami por amor al Islam, la religión que, dice, lo salvó de las drogas y la pobreza.
Reid, ciudadano británico, confesó que trató de detonar bombas a bordo del vuelo 63 de American Airlines el 22 de diciembre del 2001, tres meses después de los atentados del 11 de septiembre a las Torres Gemelas y el Pentágono.
En el tribunal, ayer, Reid denunció la política exterior norteamericana hacia los países islámicos.
“Su gobierno patrocina la tortura de musulmanes en Iraq y Turquía e Iraq y Siria con su dinero y sus armas”, dijo.
Los pasajeros del avión redujeron a Reid al ver que intentaba encender una mecha que asomaba de sus botas de andinismo, y lo ataron a su asiento con cinturones de seguridad. Dos médicos le inyectaron sedantes y el avión fue desviado a Boston.
Cuando se declaró culpable en octubre, Reid dijo ser miembro de Al Qaeda y enemigo de Estados Unidos.
“Simplemente entré al avión con una bomba y traté de detonarla. Sencillamente intenté dañar el avión”, dijo Reid ese día con una sonrisa.
No obstante, los abogados defensores argumentan que Reid no trató de derribar el avión para librar una guerra contra Estados Unidos, sino para defender al Islam de ataques estadounidenses.
Para sustentar la cadena perpetua, los fiscales mostraron a principios de mes una cinta de video sobre el daño que hubiese ocasionado Reid de haber explotado el artefacto.
Reid trató de encender un fósforo contra la suela de sus zapatos, pero fue incapaz de hacerlo. Las autoridades especulan que los zapatos de Reid podrían haber estado muy húmedos por sudor.