EL PAÍS
Pekín, China.- Un grupo de científicos de Hong Kong y de China ha arrojado un rayo de esperanza en la lucha contra la neumonía asiática. Los microbiólogos de la Universidad de Hong Kong se disponen a ensayar en animales una vacuna contra la enfermedad, que no tiene tratamiento. Los investigadores afirman que los resultados estarán disponibles en seis meses, aunque advierten de que es pronto para decir si será segura y efectiva en humanos. “Este es un importante primer paso para el inicio del desarrollo de una vacuna o Yuen Kwok Yung, director del departamento de microbiología de la universidad. Los ensayos se van a realizar en monos.
La búsqueda de un medicamento y de una vacuna contra el SARS (síndrome agudo respiratorio y severo) se ha convertido en el objetivo de laboratorios de todo el mundo. El Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EU se reúne el viernes con las farmacéuticas estadounidenses para comenzar la búsqueda de tratamiento y vacuna.
Desde que fue detectado el primer caso el pasado noviembre, la epidemia ha infectado a más de 8,200 personas y ha provocado la muerte de 735.La Organización Mundial de la Salud aún cree que es posible erradicar el virus y esperará a su reunión científica de junio para hablar de una vacuna.
Los responsables del proyecto chino, en el que participa también el Colegio Médico de Cantón, Guangzhou, capital de la vecina provincia de Guangdong, pretenden analizar si los virus que han cultivado, y que serán desactivados para el ensayo, son capaces de estimular la producción de anticuerpos, lo que proporcionaría cierto grado de inmunidad contra la enfermedad. El Centro de Control de Enfermedades de Shenzhen (Guangdong), ha detectado anticuerpos en personas que se dedican al comercio de animales salvajes como la civeta, pero que, sin embargo, no tenían síntomas de padecer neumonía, según la prensa local.
El centro chino asegura que estas personas tuvieron en algún momento la enfermedad sin saberlo, pero que se curaron sin haber mostrado síntomas claros.
Algunos expertos han advertido, sin embargo, que pueden pasar años antes de que una vacuna sea comercializada. Sobre todo si el virus muta rápidamente.
La Universidad de Hong Kong anunció el viernes pasado que el coronavirus del SARS saltó probablemente al ser humano desde la civeta, un animal de la familia de la jineta muy apreciado en el sur de China por su carne. Las autoridades sanitarias de Guangdong están dispuestas a acabar con el posible origen de la epidemia. En un movimiento que ataca siglos de tradición culinaria, han decidido prohibir el consumo, la cría y el comercio de animales salvajes, informa France Presse. Los grupos protectores de animales dudan de la efectividad de la medida. Los intentos anteriores de acabar con los mercados en los que se venden desde serpientes a roedores han fracasado debido a que mueven mucho dinero.