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San Diego, EU.- Una corte federal de California aceptó ayer reabrir la demanda colectiva de los ex trabajadores braceros mexicanos y sus familiares contra el gobierno de Estados Unidos.
El tribunal informó ayer que aprobó el noche del jueves la demanda de unos 400 mil ex trabajadores braceros y sus familiares.
El programa bracero se instrumentó de 1942 a 1964 entre los gobiernos de Estados Unidos y México para permitir que mexicanos trabajaran ese país.
El convenio señalaba que a los trabajadores se les retendría el diez por ciento de lo que ganaban como fondo de ahorro, y a través del banco Wells Fargo les transferirían ese dinero a los bancos mexicanos Banrural y Banco del Ahorro Nacional, pero éste nunca les fue retribuido.
El abogado que representa a los ex braceros, Bill Lann Lee, ex asesor de derechos humanos de la administración del ex presidente William Clinton, calculó que la demanda colectiva podría exigir la reposición de unos 500 millones de dólares más intereses.
El año pasado otro tribunal federal rechazó la demanda contra el banco Wells Fargo de Estados Unidos y sus similares Banco del Ahorro Nacional y Banrural de México por intemporalidad e inmunidad de la banca mexicana aquí.
“Aún cuando hubo exoneración a los acusados mexicanos y a Wells Fargo en agosto pasado, la corte reconoció que hubo daños a los ex trabajadores braceros, y que éstos eran empleados del gobierno de Estados Unidos”, dijo el abogado.
“Hoy la corte aceptó que los braceros trabajaban para compañías estadounidenses y vinieron aquí por contrato con el gobierno estadounidense”, agregó Lee.
El estado de California apoya las demandas de los ex trabajadores al conceder una ampliación de temporalidad de tres años, con base en una ley del asambleístas Marco Firebaugh, presidente del comité de relaciones con México.
Firebaugh sostiene que los braceros “fueron quienes nos ayudaron cuando más los necesitábamos”, pues se encargaron de la agricultura cuando la fuerza laboral estadounidense de ese sector se integró a las fuerzas armadas en la Segunda Guerra Mundial.
El salario inicial de los campesinos mexicanos integrados al “programa bracero” era de 30 centavos de dólar por hora. Según cálculos extraoficiales, en el participaron en diversos períodos unos cinco millones de personas.