Notimex
México, DF.- Hasta septiembre pasado la producción nacional de acero líquido alcanzó 11 millones 361 mil toneladas, lo que representó un aumento de 9.3 por ciento con relación al mismo periodo del año anterior.
Aunque con este volumen de producción se prevé cerrar el año en 15.1 millones de toneladas y que corresponde a una de las etapas más complejas de la crisis siderúrgica mundial, representa sólo el 80 por ciento de la capacidad instalada.
Comparativamente, la recuperación nacional es menor a la que se registra en las industrias acereras de los socios comerciales dentro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, debido a la reducción de los márgenes competitivos que enfrenta la industria mexicana, sobre todo por los altos precios energéticos, costos financieros y carga fiscal. En un comunicado, el presidente de Canacero, Alonso Ancira Elizondo, dijo que ?de ser un sector dinámico, con altos niveles de calidad y capacidad para competir a nivel mundial, la siderurgia mexicana ha pasado a trabajar por debajo de su capacidad instalada?.
Ello se debe, estimó, a que los precios de los energéticos se encuentran al doble de lo que pagan los socios comerciales, lo que afecta tanto nuestros costos de producción como el transporte y los servicios, lo que anula toda capacidad competitiva.
Un indicador de la regresión en el sector, precisó, es que no obstante las inversiones de más de cinco mil millones de dólares que las empresas acereras hicieron en nuevos equipos y procesos entre 1998 y 2002, las importaciones de acero han crecido 28 por ciento, en tanto que la producción en el mismo lapso decayó en 1.2 por ciento. ?Nuestro principal problema es el energético, que se viene arrastrando desde la década pasada y que ha puesto al sector en alto riesgo, con peligro real de cierre de empresas?.
De ahí el llamado insistente a autoridades y legisladores para que se aborde el tema de las reformas estructurales con rapidez y responsabilidad, poniendo el interés de México por sobre cualquier interés partidario o grupal, expresó.
La siderurgia mexicana es uno de los principales sectores industriales del país, cuya cadena productiva representa más del tres por ciento del PIB, con más de medio millón de empleos que dependen de su suerte, por lo que nuestras advertencias no pueden ser desestimadas, concluyó.