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Xalapa, Ver.- El procurador estatal de justicia, Pericles Namorado Urrutia, informó que continúan prófugos los responsables de la muerte del diputado federal José María Guillén Torres y su hermano Rafael, ocurrido la víspera.
En entrevista, dijo que todavía no solicita apoyo de las procuradurías estatales de Oaxaca, Chiapas y Tabasco, entidades aledañas a Cosoleacaque, municipio del sur del estado donde ocurrió el atentado.
El titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) consideró innecesario recurrir al apoyo de las policías de los estados circunvecinos, ya que supone que los presuntos asesinos no tuvieron la posibilidad de salir de Veracruz.
Namorado Urrutia dijo que dentro de la averiguación previa 803/03 existen dos líneas de investigación; la primera de ellas es por asalto planeado y de la segunda se reservó detalles, pero refirió que el diputado sufrió un atentado carretero en las semanas previas.
Añadió que se han presentado a declarar un grupo de personas que tenían vínculos familiares, laborales y de amistad con el diputado muerto con la intención de esclarecer las líneas de investigación.
El procurador estatal informó que el hijo del legislador, Marco Tulio Guillén Hernández, se mantiene internado en el Hospital General de Minatitlán, fuera de peligro, y con estricta vigilancia policíaca para preservarle la vida ante un posible atentado.
El funcionario estatal sostuvo que no habrá impunidad en este caso y que mantiene comunicación directa con el coordinador de la fracción legislativa del PRI en la Cámara de Diputados, a la que pertenecía Guillén Torres, para informarle de los avances de la investigación.
Afirmó que por el momento la dependencia a su cargo no encuentra elementos suficientes para solicitar a la Procuraduría General de la República (PGR) la atracción del caso.
Por su parte, en entrevista, el senador Fidel Herrera Beltrán, se sumó a los legisladores que reclaman el esclarecimiento del crimen así como la intervención de la PGR por ser un integrante de la Poder Legislativo Federal y en el crimen se utilizaron armas prohibidas por la Secretaría de la Defensa Nacional.
En tanto, los cuerpos de José María y Rafael Guillén fueron velados en su domicilio del municipio de Chinameca, al cual asistieron diputados federales encabezados por el coordinador del grupo legislativo, Rafael Rodríguez Barrera y otros dirigentes sociales y campesinos.