Segundo y último
Y aquí seguimos enfrascados en el meollo del asunto, hablando del PRI como si no hubiera suficientes motivos para hacerlo. Estamos en pleno análisis del pretérito inmediato: en corto, la anterior legislatura dejó mucho qué desear, su actuación fue decepcionante. El grupo parlamentario del tricolor no se queda atrás, tal parecía ser su “ardidez” hacia Fox que las Reformas Estructurales sencilla y llanamente nunca salieron. Ojo, importante recalcar que el Gobierno blanquiazul fue incapaz de tender puentes, llegar a acuerdos y desarrollar una eficiente estructura de engranaje político y permanente comunicación con el Poder Legislativo. En los primeros tres años Vicente Fox no quiso o no pudo sentarse en la silla presidencial y hoy muchos dan por perdida la mitad de su administración, se cuestionan qué y dónde y cómo y cuándo es el cambio, otros se arrepienten abiertamente de haberle entregado su voto, eso sí, también cabe recalcar que el desprestigio y visión que los mexicanos tienen desde hace tiempo sobre sus legisladores contaminó a los nuevos ocupantes del Palacio de San Lázaro, hacia quienes se tienen grandes expectativas pero también y ahora más que nunca, grandes reservas.
El PRI quería cambiar y empezó con el pie izquierdo: la elección interna para renovar al CEN. Dicho proceso fue, es y será sumamente turbio, existe abierta generalización de que la maquinaria operó como en los viejos tiempos -acarreo, compra de votos, lonches y refrescos-. En aquel momento existía la enorme, magnífica oportunidad de cambiar en serio eligiendo a Beatriz Paredes Rangel como Presidenta (mujer de enorme valía y verdadero compromiso social hacia México y su partido), a pesar de ello triste fue el desenlace, solitos se vuelven a echar la soga al cuello, rescatan la efigie representativa de lo que en México precisamente ya no queremos millones. ¿Estaré hablando de Roberto Madrazo?
Digo, y es que sus alianzas con Carlos Hank, lo dilapidado en la elección para la gubernatura de Tabasco y un pasado bastante negro pareció no importar; se vuelve a imponer la casta divina, la porquería de siempre, triste noción de que en este país parece no existe la retrospectiva histórica, todo se nos olvida, a todos perdonamos, los villanos se convierten en héroes de la noche a la mañana. Y luego, como para morirse de la risa, nuestro Señor Presidente –ingenuo como pocos- teniendo que recibir, tratar y dialogar con la “gloria nacional” “monumento al cambio” de apellido Madrazo.
¡Ah! Pero nadie contaba con la profesora, se coló a las grandes ligas (creo nunca ha salido de las mismas) con todo el poder del sindicato de maestros y Roberto francamente encabritado pues es noción generalizada que no le gusta perder, compartir los oros y sigue creyendo que la moral, bien definida por ese prócer llamado Gonzalo N. Santos, es un árbol que da moras. Y de ahí “pal real” nadie se pudo deshacer de la astuta, sagaz Maestra Elba Esther, que si bien no es precisamente la catedrática que yo escogería para impartir las materias Ética 1 y 2, por lo menos traía a cuestas una agenda política real, más centrada y certera,
Elba Esther es amiga del presidente Fox, representa la opción tangible hacia el urgente diálogo, no se anda con cuentos, tiene cola que le pisen pero al fin de cuentas habla de frente, engrasa la máquina y la pone a trabajar; a pesar de lo anterior su condición de mujer, compromisos sombríos, identificación con el Gobierno Federal y pretender conducir la bancada como si estuviera todavía en el magisterio -o mejor aún- en la escuelita, le fueron dificultando el camino.
Los gobernadores del tricolor han actuado de manera sensata: buscan un adecuado liderazgo, temen –y aquí me incluyo- una ruptura permanente, la posibilidad de que Elba Esther Gordillo parta hacia otros rumbos llevándose con ella a un importantísimo grupo de diputados, dejándole así a Fox el camino libre para llevar a cabo las reformas. Lo lamentable es que aquí a nadie parece importarle México, todos están demasiado ocupados en pos de sus propios intereses, el futuro del PRI es francamente negro, los relojes no paran, se viene encima una sucesión anticipada, existen enormes cotos y vacíos de poder, el país en jaque y seguimos peleándonos.
Pésele a quien le pese Elba Esther Gordillo es por ley jefa de la bancada. El grupo opositor a la profesora quiere agarrarse del cuentito de que “ofendió a nuestro dirigente llamándole mentiroso”. Para mi gusto se quedó corta de adjetivos, también estimo bajo su liderazgo y experiencia el PRI podría ganar credibilidad, volver a ser una opción inclusive con miras al 2006. Los peores enemigos a vencer no son el PRD y el PAN pues éstos también enfrentan graves momentos de crisis; el verdadero foco rojo está adentro y tiene varios nombres: falta de compromiso, deseos personales, Roberto Madrazo, los populistas, los dinosaurios, en fin, la parte negra.
Urge salgan a relucir los verdaderos priistas, aquellos que fervientemente desean ayudar, lograr un mejor ambiente. Necesitamos, demandamos, queremos ver a un PRI unido con visión a largo plazo, donde la concordia reine y se entienda la disidencia en el pensar como el mejor instrumento para salir avantes, que el concepto oposición implica no decir a todo que no o decir a todo que sí, que va más allá, requiere ser sensibles a las verdaderas causas, convertirse en el fiel de la balanza, sano contrapeso dentro de una democracia que hoy más que nunca exige equilibrio entre los poderes, diálogo con todos los interlocutores sociales, el concebir que a la ciudadanía se le debe el puesto y frente a ella hay que responder con la frente en alto.
Para nuestra desgracia ni el PRI, el PAN, el PRD y mucho menos el familiar y caciquil Partido Verde pueden tener la conciencia tranquila: en sus malditos diálogos y divisiones llevan mucho tiempo, la falta de acuerdos hace evidente su ineficiencia e incapacidad. México entero está harto de sus partidos y sus políticos pero a la vez la conciencia ciudadana parece semidormida, cansada, aburrida del circo mediático e indispuesta para involucrarse en los procesos.
Deseo PRI para rato, tristemente no está en nuestras manos. Solos decidirán si sobreviven y transitan hacia un futuro certero o fallan en el intento, se quedan llorando, recordando la historia y olvidando lo grandes que pudieron ser para la patria.
Había yo dicho que serían tres los editoriales sobre el asuntito éste. Disculpará el auditorio pero estoy “up to the mother” y por ello mañana hablaremos del clima, mi ropa interior de seda negra, la vida de Zutanita Pérez o la historia de un lejano pueblo llamado Santo Tomás de los Plátanos. Digo, todo tiene sus límites, hasta a los que nos encanta la polaca llega a marear tanto desgarriate. Mañana quiero amanecer en Disneylandia, que al fin y al cabo sería más o menos lo mismo.
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