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Proliferan prestadores de servicios incumplidos

Por Martín Chávez Chávez

EL SIGLO DE TORREÓN

TORREÓN, COAH.- ¡Martha Estela Zamora contra el mecánico Pascual Botello!; este tipo de llamados es común en la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), donde los prestadores de servicio ocupan el primer lugar con mayor número de quejas en contra. A todos nos pasa, afirma el delegado de la dependencia, José Armando García Triana: mecánicos que pusieron piezas usadas, el yesero que se gastó el dinero del adelanto, el carpintero que ya no regresó, el albañil al que “le salió otro jale” y hasta el herrero que de plano te dice, “no te voy hacer nada y hazle como quieras”.

No es bueno generalizar, porque no todos son así, pero la mayoría incurre en este tipo de molestias que incomodan al solicitante del servicio y la prueba es que en la Defensa del Consumidor se ha logrado reducir el número de quejas en contra de dependencias de gobierno, pero los llamados prestadores de servicio siguen encabezando la lista con más reclamaciones en contra, seguidos por el ramo de mueblerías, aclara García Triana.

“Llegan de todo, una persona que se quejó en contra de su compadre porque no le ha entregado el carro, gente que pidió el servicio de un albañil el cual únicamente inició el trabajo y lo dejó a medias con el material de construcción obstruyendo la carretera y hasta el interior de la casa, personas que pierden la amistad por este tipo de situaciones, muchos casos se presentan a diario, sostiene el funcionario”.

Documentos mostrados en la Defensa del Consumidor demuestran lo serio del problema y las quejas en contra de talleres mecánicos son principalmente por: servicio deficiente, negativa a prestar el servicio, incumplimiento en la garantía y es común que cuando se entrega el auto surgen otras fallas que no tenía o bien que el vehículo era utilizado para cuestiones personales y no para realizar pruebas, alegan los consumidores.

Otros de los giros, dentro de prestadores de servicio que ocupan los primeros lugares con más quejas en contra son: taller de reparación de aparatos eléctricos y electrónicos, aparatos electrodomésticos, herrerías, mantenimiento de bienes inmuebles, tapicerías, colocación de cancelería, aluminio y acril, taller de reparación de bicicletas y motocicletas, carpinteros, yeseros y albañiles.

Para la mayoría de los solicitantes del servicio, es desconocido que existen documentos legales que amparan tanto al solicitante como al prestador y citó por ejemplo la hoja de recepción que deben entregar los mecánicos.

En este documento se explican puntos importantes como el pago del 50 por ciento antes y el resto cuando reparen el vehículo, quién comprará las piezas, fechas de entrega del vehículo y hasta que el consumidor autoriza el uso del automóvil en zonas aledañas con un radio de cinco kilómetros al área del taller a efecto de pruebas o verificación de las reparaciones a efectuar o efectuadas. Documentos similares se deben manejar en la relación con otros prestadores de servicio, con lo cual se tendrá más seguridad al momento de las reclamaciones.

Desafortunadamente, el trato con este tipo de documentos no se realiza en la gran mayoría de los talleres de todo tipo, donde en ocasiones sólo se maneja un recibo y a veces se le da el poder de confianza a la palabra y después surgen problemas entre compadres, amigos, conocidos, recomendados, vecinos y de todo.

Mil excusas de prestadores

Durante la revisión de documentos proporcionados en la Defensa del Consumidor, se detectó entre uno de los afectados e inconformes a la Central Camionera de esta ciudad y se procedió a dialogar con el gerente de la terminal de autobuses de largo recorrido, Juan Camacho Navarrete.

Efectivamente, mencionó el representante de la central, “solicitamos el servicio de bacheo con una persona a la que le entregamos el 50 por ciento del cobro total del trabajo, --unos siete mil pesos y el resto se lo daríamos al terminar la actividad, todo lo cual se convino en agosto del año anterior ”.

“Esta persona nunca terminó, pasó septiembre y octubre y no se aparecía, hasta que fuimos a buscarlo”, recuerda Camacho Navarrete “cuando lo encontramos nos dio mil argumentos del porqué no había regresado, que había tenido muchos problemas con sus trabajadores y que incluso uno de ellos se había accidentado, pero no se comprometía a terminar el trabajo contratado, de ahí que nos orilló a presentar la queja ”.

Camacho Navarrete considera que estos problemas surgen porque la mayoría de los prestadores –no todos, aclara--, son gente que no tiene sentido de responsabilidad, a muchos les pasa este tipo de cosas.

Nadie hace caso, les vale

Luis Enrique Arellano, pequeño empresario, egresado del Tecnológico de La Laguna, considera que falta profesionalización, capacitación y crear conciencia entre los prestadores de servicio; ¡sí es cierto, les das dinero y lo gastan, se desaparecen por tres y hasta cuatro meses y cuando regresan, vuelven para pedirte más dinero, realmente no sé qué pasa!

“A mí de plano cuando me dicen que recomiende algún herrero, la verdad no recomiendo a nadie y es un riesgo hoy en día contratar a un albañil o un yesero, porque no se comprometen a nada, te dejan el trabajo a medias y muchas veces te estás comprando un problema ”, no todos.

Ante esta situación sería conveniente que vía el gobierno de cualquier nivel, se aplicara un programa para crear conciencia entre estas personas que perdieron el valor de la importancia del quedar bien, pues el cumplimiento del trabajo en tiempo y forma, es la mejor promoción de cualquier prestador de servicio, sostiene el pequeño empresario.

“Sería muy distinto que una persona se anunciara como Servicios Profesionales Garantizados, pero que fuera realmente así y tendría muchos clientes, como los tienen algunos prestadores, pero lamentablemente en Torreón nadie hace caso, el problema de esta irresponsabilidad es de fondo, como que a la gente ‘le vale gorro’ y se ha perdido el sentido de comunidad, no nos importa lo que le pase al de enfrente”, considera Luis Enrique.

“En otras partes no es así y no me refiero en otros países, aquí en México, hay ciudades donde la gente muestra otro comportamiento como en Guanajuato, Chihuahua, Morelia, a donde voy por cuestiones empresariales y el comportamiento es otro. Quienes prestamos un servicio debemos tener presente que lo que nos dignifica es nuestro trabajo cumpliendo con el compromiso, pero este problema aquí en Torreón, es de fondo, es un conflicto social”, estimó.

No hay sentido ético del trabajo

Varias veces me ha pasado, es una bronca, una ocasión con un herrero, otra con el que repara aparatos de refrigeración y es que estas personas no toman en cuenta el sacrificio que haces para reunir el dinero para hacer alguna mejora en la casa o reparar el auto, sencillamente porque no tienen sentido ético.

Así se expresó Lerins Varela Castro, sociólogo de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Coahuila (UA de C), quien considera que este tipo de situaciones surge porque muchos de los prestadores de servicio son improvisados, se quejan de que no hay trabajo y cuando les llega quedan mal, así es la mayoría.

Últimamente, debido a la crisis económica muchos desempleados se aventuran a abrir un tallercito, su “changarro” y precisamente por su situación difícil, al tomar el dinero del adelanto se les hace fácil y lo gastan. No hay capacitación, no fueron a una escuela, son improvisados y no tienen el sentido de la responsabilidad, pero esto no es sólo en los talleres, sostuvo.

Los taxistas son un verdadero problema, hay muchos que no saben manejar, otros que no saben tratar a la gente y algunos, drogados y borrachos van diciendo todo tipo de groserías cuando llevan a la mujer y sus hijos de pasajeros, nadie los sometió a un examen de manejo y algo similar ocurre con los prestadores del servicio.

La situación es diferente cuando un egresado de alguna escuela superior seria, pone su taller por no haber encontrado trabajo o bien un mecánico que durante mucho tiempo prestó su servicio en una compañía y sabe perfectamente que debe cumplir en tiempo y forma, pues ésa es la mejor promoción de su trabajo y de ello dependerá su progreso, el irresponsable no tiene cara para quejarse porque no toma en cuenta el daño que le provoca a quien le queda mal, considera Varela Castro.

La Procuraduría Federal del Consumidor exhorta a la comunidad a que antes de solicitar un servicio investigue bien con quién se relaciona y en esta dependencia podrá observar si existe una queja en contra de ese prestador o no, con lo que le dará mayor seguridad a su dinero.

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