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CHICAGO, EU.- La cadena de tiendas Wal-Mart dijo ayer que revisaría la situación de sus 1.1 millones de empleados en Estados Unidos y despediría a cualquier inmigrante ilegal que estuviera en su plantilla laboral si las leyes estadounidense así lo requieren.
La revisión interna del minorista más grande del mundo se produce en medio de una investigación gubernamental de firmas de limpieza contratadas por Wal-Mart que supuestamente reclutaron a inmigrantes ilegales para limpiar sus tiendas.
La empresa, que ha prometido cooperar con las autoridades federales, dijo que escudriñaría el pasado de sus empleados para asegurarse de que ninguno estaba en el país de forma ilegal.
“Estamos revisando varias áreas”, dijo el portavoz de Wal-Mart, Tom Williams. “Si este es el caso (que hay empleados ilegales), y no creemos que sea, vamos a cumplir con la ley”.
Funcionarios de Estados Unidos arrestaron esta semana a unos 250 empleados de 60 tiendas en 21 estados como parte de un esfuerzo de “cumplimiento en el centro laboral”, conocido como “Operación Rollback”. La mayoría de dichos trabajadores pertenecía a firmas de limpieza contratadas.
Funcionarios de la policía federal dijeron que algunos ejecutivos de Wal-Mart tenían conocimiento directo del asunto. Un portavoz de la Oficina de Cumplimiento de Leyes de Inmigración y Aduanas expresó esta semana que una empresa que contrata deliberadamente a trabajadores ilegales puede recibir una multa de hasta 10,000 dólares por persona.
La tienda minorista, con sede en Bentoville, Arkansas, es el mayor empleador del sector privado en Estados Unidos, con alrededor de 1.1 millones de empleados en el país y 1.4 millones en el resto del mundo.