TORREÓN, COAH.- Con lujo de prepotencia y haciendo alarde de influyentismo, ebria dama acudió a las oficinas de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), dependencia en la que además labora y amenazó e insultó al Ministerio Público a quien trató de “perrita”.
Lo anterior trascendió en dicha dependencia en donde empleados de la misma, señalaron que se trata de Alejandra Carrillo Monreal, quien se desempeña como secretaria escribiente de la oficina de Recuperación de Vehículos y en completo estado de ebriedad acudió a la mesa en turno del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal, acompañando a una amiga que fue golpeada en una reunión por uno de los invitados.
Los hechos se registraron a las 02:00 horas cuando Alejandra arribó y exigió a la representante social que le recibiera la denuncia, pero como ésta le dijo que su amiga primero debería ser atendida por un médico, fue motivo más que suficiente para enfurecerse y comenzó a hacer llamados por su celular, ya que ella es “prima del sobrino del Procurador y además sobrina del comandante de la Policía Ministerial”.
En primera instancia despertó a una persona de apellido Santillán Calderón, presumiblemente sobrino del Procurador y posteriormente hizo lo mismo con la hermana de dicho funcionario, Lucero Calderón Sánchez, quienes tuvieron que sobrellevar a la “pariente incómoda”.
Para evitar un problema mayor, la encargada de la oficina del Ministerio Público, solicitó instrucciones a su superior, que le indicó que recibiera la denuncia pese a la posible gravedad de la afectada, de nombre Perla Ramírez Tovar, de 19 años de edad, casada, de profesión enfermera y domiciliada en calle Habana No. 1080 del fraccionamiento Latinoamericano.
Esta dama resultó lesionada cuando al realizarse un convivio en su vivienda, se suscitó un pleito y uno de los asistentes de nombre Luis “N”, le propinó fuerte puñetazo en la nariz, causándole probable fractura de tabique nasal así como un sangrado abundante.
Una vez que se levantó la denuncia, la influyente Alejandra se retiró azuzando a quienes esperaban interponer su querella, diciendo que se necesitaba ser familiar del Procurador para ser atendidos y se despidió de la representante social con insultos, llamándola “perrita”.