30 noviembre 2003
MEXICO, D.F., (SUN-AEE).- El senador del Partido Acción Nacional (PAN), Benjamín Gallegos, presentará una iniciativa para implementar la Jornada Escolar Completa, un sistema para que los alumnos de primaria acudan ocho horas diarias a la escuela.
En esas ocho horas, además de las clases habituales, los niños serían alimentados, participarían en actividades artísticas y deportivas, y contarían con un tiempo especial para realizar sus tareas, por lo que se pondría fin a las actividades extraescolares, puntualiza la propuesta de reformas a la Ley General de Educación y que será presentada en breve ante el pleno del Senado.
Las disposiciones no aplicarán en las escuelas primarias para adultos ni en las destinadas a la educación especial. Además, terminará con el turno vespertino.
Asimismo, se contempla un plazo de 10 años para poner en marcha el sistema en todas las escuelas. La Secretaría de Educación Pública (SEP) dará prioridad a los centros educativos con mayores problemas de rendimiento escolar o que atiendan a alumnos en condiciones de "vulnerabilidad", indica el texto en sus artículos transitorios.
El financiamiento correrá a cargo de Federación, estados y municipios. Para ello, utilizarán los recursos provenientes del incremento presupuestal de 2% anual al rubro educativo al que el Ejecutivo está obligado.
Esta obligación la adquirió luego de que en diciembre de 2002 se aprobara una reforma para destinar 8% del Producto Interno Bruto (PIB) a la educación en 2006.
Los docentes, puntualiza el texto, recibirán un salario e incentivos económicos en función de la nueva carga de trabajo.
Para formular conclusiones al respecto, Gallegos Soto tomó como referencia a Chile y Venezuela, países donde se ha implementado con éxito la Jornada Escolar Completa.
Entre los beneficios detectados se encuentran: mejoramiento del trabajo en equipo de los profesores; del aprendizaje de los alumnos y de las condiciones de la infraestructura escolar y de la economía familiar.
Además, se ofrece educación integral (actividades artísticas y deportivas); aleja a los alumnos del contacto potencial con drogas y alcohol; se eliminan los trabajos extraescolares y se propicia una mejor coordinación de los programas sociales de asistencia al alumno.
Uno de los problemas que entrañará la aplicación del sistema es la capacidad para atender la demanda escolar sin contar con el turno vespertino.
No obstante, Gallegos explicó que la tasa de crecimiento poblacional de individuos de entre seis y 12 años -lapso en el que acuden a la primaria- ha disminuido, por lo que "no habrá presiones extras ante la demanda de matrícula".
También reconoció que la disposición del magisterio para aceptar esta nueva modalidad podría no ser la óptima, toda vez que implicaría mayor carga de trabajo, algo "que puede reducirse con una buena estrategia de comunicación social".
Financiamiento La iniciativa obligaría a Federación, estados y municipios a financiar la implementación de la Jornada Escolar Completa, sin que ello representara una pesada carga para el erario, indicó el senador.
Y explicó. Por ley, el Estado debe incrementar gradualmente el gasto que destina a la educación hasta llegar -en el 2006- a 8% del PIB.
Para lograrlo, cada año debe incrementar su gasto anual en el sector en alrededor de dos puntos porcentuales.