El incremento de los tarjetahabientes que han ingresado a los sistemas de crédito de los bancos en los últimos 18 meses a nivel nacional ha sido notorio. Se debe a que las instituciones financieras han empezado a reactivar el crédito al consumo, pero en gran medida es con el objetivo de encontrar a viejos clientes que quedaron endeudados entre 1994 y 1995 y nunca pagaron, aseguró el delegado estatal de la Condusef.
Efrén Enríquez Ordóñez reconoció que de todos los bancos prevalece desde hace meses una agresiva campaña telefónica, personal y por medios masivos de comunicación para agenciarse nuevos clientes.
Incluso, el funcionario federal cuya oficina se localiza en calle Constitución, entre avenida 20 de Noviembre y calle Negrete, asumió que los requisitos se han relajado a tal grado que en ocasiones, dependiendo de la institución, no llega a ser necesaria la presentación de avales o la firma de documentos mercantiles a cambio del plástico.
Ante esa situación, el representante local de la Comisión para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros fue claro al alertar a los duranguenses para que no se dejen engañar ni caigan en las estrategias de atracción de los bancos si no están realmente interesados en manejar una línea de crédito personal para el consumo.
Señaló que a nivel nacional es impreciso el número de tarjetas de crédito que los bancos de todos los grupos financieros han entregado y se reportan activas en el país, dado que unas son estrictamente de crédito directo con una institución de banca múltiple, mientras otras son fuentes de crédito de una empresa de autoservicio o departamental, por ejemplo, y por ello quien otorga el crédito es esa persona moral, no el banco en sí.
“Se han presentado un promedio de 450 quejas al mes entre enero y abril de este año; la misma tendencia se espera para mayo. De ellas, el 40%, es decir, unas 200, corresponden a tarjetahabientes que se quejan del servicio financiero de un banco, de cobros indebidos, de cargos adicionales, etcétera. En todo momento les recordamos y exhortamos a que lean el contrato que firman (si es que eso ocurre), para que sepan a qué atenerse”, detalló.
Enríquez fue claro al explicar que muchos de los que se quejan presentan su inconformidad en la Condusef contra el banco, pero no procede ésta dado que más bien deben quejarse contra la tienda o comercio que les dio el crédito y les otorgó su línea crediticia. Ese tipo de reportes, en vez de ir a la Comisión que representa Efrén en Durango, deben ser dirigidos a la Profeco, porque los comercios no tienen la denominación de instituciones financieras.
A nivel nacional se habla de más de 8 millones de tarjetas de crédito bancario distribuidas en el país por las instituciones de banca múltiple. En tal sentido, el funcionario apuntó a El Siglo: “A raíz de los problemas económicos de 1994 y 1995, muchos tarjetahabientes quedaron mal al banco y éste no les pudo cobrar por no llevar un control estricto de sus líneas de crédito.
“(...) Por eso ahora, con las campañas de reincorporación y de nuevos contratos para todo aquél que reúne los requisitos mínimos para ser factible de un financiamiento al consumo, los bancos pretenden reencontrarse con aquellos clientes que no le cumplieron en tiempo de crisis. A ellos les van a recargar todo el adeudo que tuvieron anteriormente”.