03 octubre 2003
Naciones Unidas, (EFE).- El secretario general de la ONU, Kofi Annan, propuso hoy formar un gobierno provisional en Iraq que asuma de inmediato la soberanía y que sea el encargado de pedir ayuda militar y financiera para la reconstrucción del país árabe.
Un funcionario autorizado de la ONU, que quiso mantener el anonimato, planteó en una rueda de prensa la postura de Annan sobre el nuevo proyecto de resolución presentado por Estados Unidos.
Washington presentó ayer jueves un borrador revisado de resolución sobre Iraq0 con la intención de conseguir ayuda económica y militar para la reconstrucción del país árabe.
El borrador, que está copatrocinado por Gran Bretaña y España, ofrece un mayor papel a la ONU en el proceso político, aunque su trabajo sería cooperar con las fuerzas de la coalición y el Consejo de Gobierno iraquí, compuesto por 25 miembros nombrados por EU.
El texto también insta a la creación de una fuerza multinacional "autorizada por la ONU", pero bajo el mando estadounidense, y establece una transición progresiva de la soberanía del país, cuyo calendario sería determinado por el Consejo de Gobierno iraquí.
El funcionario de la ONU señaló que Annan rehúsa obtener un papel mayor en la fase actual y aboga por una "inversión" de las secuencias en el proceso político.
Annan propone, según manifestó la fuente, la formación de inmediato de un gobierno provisional que asuma la soberanía del país, y que sea este gobierno el encargado de pedir ayuda militar y financiera para la reconstrucción de Iraq.
"Luego se tendrá más tiempo para redactar la Constitución, que podría tardar incluso dos años, y hacer los preparativos para las elecciones", señaló.
Añadió que dado lo que se estipula en la resolución 1483, que concede el poder y control de Iraq a la Autoridad Provisional de la Coalición (EU y Gran Bretaña), "no se debería conceder un mayor papel a la ONU en estos momentos del proceso".
Sin embargo, resaltó, que esto no quiere decir que la ONU no esté dispuesta a ayudar a las fuerzas de la coalición y al Consejo de Gobierno iraquí en el proceso político, si así se lo piden.
Annan se desmarcó así de EU, cuyo embajador ante la ONU, John Negroponte, insistió en la postura expresada en el borrador de resolución, que contempla que el Consejo de Gobierno iraquí sea quien elabore el calendario para la transferencia de la soberanía.
"Hay lugar para todo el mundo en este proceso, ya sea en forma de asociación o de colaboración. A EU le gustaría trabajar de cerca con la ONU, pero las condiciones de seguridad han obstaculizado su capacidad sobre el terreno", indicó Negroponte.
El embajador enfatizó que las negociaciones de la resolución son aún preliminares y que se ha iniciado un proceso diplomático intenso con los otros miembros del Consejo de Seguridad para llegar a un consenso.
No obstante, Francia, Alemania y Rusia ya han criticado el proyecto de resolución de EU por no incluir las recomendaciones y enmiendas que propusieron.
Francia reclama una rápida transferencia de la soberanía de Iraq a los iraquíes en un plazo breve, y que sea el propio Annan quien establezca el calendario.
Lo mismo pide Alemania, cuyo embajador Gunter Pleuger, señaló hoy que la enmiendas franco-alemanas que propusieron "no son para bloquear o molestar a nadie, sino para que la resolución tenga posibilidades de ser adoptada y, lo más importante, implementada".
Agregó que Alemania está preparada para contribuir en la reconstrucción política y económica de Irak, pero insistió en que las posibilidades de que el sector privado de su país ayude en el proceso dependerá del grado de "transparencia financiera".
"La resolución 1483 establece la creación de un comité de asesoramiento y control, para que vigile en nombre de la comunidad internacional lo que se está haciendo, y todavía no se ha creado", indicó.
"Es del interés de la Coalición crear estos mecanismos de transparencia si quiere que otros países aporten recursos en vistas a la Conferencia de donantes" que se celebrará este mes en Madrid, puntualizó.
Por su parte, los embajadores de Chile y México manifestaron que la resolución era un paso en la "dirección correcta", pero que se debían tener en cuenta las sugerencias de Annan.