México, DF.- Pérdida paulatina del mercado estadounidense, contracción en la demanda y en su nivel de producción, incremento de la economía ilegal, reducción del empleo y fuerte competencia externa son las características que enfrenta la industria del vestido.
Ante ello, el programa de competitividad fibras-textil-confección se propuso disminuir de 58 por ciento a 18 por ciento la venta de ropa ilegal.
El acuerdo, entre productores y autoridades, establece como meta la reducción en diez puntos porcentuales por año el contrabando en prendas de vestir, e incrementar el monto de exportaciones a Estados Unidos en la misma proporción, según establece la reforma el pasado 28 de febrero.
Las exportaciones de textiles se ubicaron en dos mil 91 millones de dólares a 2001, es decir, disminuyeron 18.7 por ciento respecto a 2000.
En vestido se exportaron ocho mil 11 millones de dólares, lo que significa un retroceso de 7.2 por ciento respecto a 2000.
Como parte de la política económica para la competitividad, el compromiso es mantener y acelerar la creación de nuevos empleos con mayor valor agregado, productividad y remuneración; así como lograr tasas de crecimiento económico altas y sostenibles, basadas en empresas competitivas que se apoyen en la innovación y desarrollo tecnológico.
Datos de la Secretaría de Economía establecen que México ocupó el cuarto lugar en exportaciones de prendas de vestir, a nivel mundial, al mercado de Estados Unidos durante 2001.
Señala que los diez acuerdos comerciales y acuerdos de complementación Económica firmados por México se han traducido en beneficios ?tangibles? para la industria exportadora de textiles y vestido, debido a las ventajas arancelarias y de cuota, en particular del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
La Inversión Extranjera Directa (IED) en la industria textil y confección cayó 66.3 por ciento del año 2000 al 2001, al reducirse de 342 mil a 115 mil millones de dólares.
Para contrarrestar el panorama anterior se creó el programa para la competitividad de la cadena fibras-textil-vestido.
El plan toma en cuenta el aumento de la competencia de países en desarrollo; nuevos esquemas de comercialización y patrones de consumo, nueva tecnología y procesos de producción, ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio y eliminación de cuotas conforme a las reglas del organismo.