Nueva York (Notimex).- Un grupo de concejales de la ciudad de Nueva York sometió un proyecto para prohibir la venta de armas de juguete, pues muchas de ellas son usadas para cometer delitos, informaron hoy las oficinas de los legisladores.
"Si un niño tiene un arma de juguete que parezca real, estará en peligro. No hay que exaltar a las armas entregándolas a nuestos hijos para que jueguen", dijo el concejal David Weprin, quien encabeza la iniciativa.
Otro de los co-patrocinadores del proyecto, Al Vann, sostuvo a su vez que aunque los legisladores están conscientes de que no podrán retirar todas las armas en circulación, es posible reducir los riesgos y el número de víctimas.
"Si la gente tiene un propósito criminal, transformará un palo en un arma (...) pero este proyecto se refiere a cómo la gente se siente amenazada con un arma de juguete" y su posible reacción, señaló Vann por medio de un vocero.
Los fabricantes de juguetes se oponen a la iniciativa bajo el argumento de que viola la ley federal al respecto y se espera que monten una fuerte campaña de cabildeo o "lobby" para contrarrestar la iniciativa legal.
La norma vigente establecida por el Departamento de Comercio prohíbe la venta de armas de juguete a menos que tengan un tapón anaranjado en el cañón o una marca especial y quienes las fabrican en la actualidad cumplen con ese requisito.
Un estudio realizado en 1990 por la Oficina Federal de Estadísticas Judiciales (el más reciente sobre ese aspecto), reveló que entre enero de 1985 y septiembre de 1989 fueron confiscadas 31 mil armas de juguete o imitaciones, durante actividades criminales en el país.
Como armas de juguete se consideran también a pistolas y rifles con aire comprimido, que disparan balines.
En la ciudad de Nueva York la estadística policial señala que en 1989 se usaron más de mil 400 armas de juguete para cometer delitos, un aumento del 80 por ciento en cuatro años.
Los concejales que proponen la ley sostienen que la regla en vigor que regula la venta de armas de juguete no es efectiva, ya que los jóvenes pueden pintar el arma de juguete de negro o cubrir el nombre requerido con cinta adhesiva.
Organizaciones civiles admiten que es difícil determinar el número de robos, asaltos, abusos sexuales y otros delitos cometidos por personas que portan armas de juguete, pero advierten que las que hay en el mercado son cada más sofisticadas y parecidas a las verdaderas.