CD. LERDO, DGO.- La Dirección de Salud Municipal protege los excesos de los elementos de Seguridad Pública que acostumbran someter a los detenidos. El contubernio se presenta al expedir certificados médicos sin señalar las lesiones de los inculpados remitidos a la cárcel local.
La anomalía se detectó en la persona de Gabriel Figueroa Ramírez de 27 años, establero que fue detenido por agentes de la Policía Rural, en la pequeña propiedad “El Puente”.
Su ingreso a la cárcel se registró a las 11:00 horas y está asentado en el reporte diario de Seguridad Pública, donde fue acusado de robar un becerro. Una hora después, Gabriel quedó libre.
Según el certificado médico número 4080, el detenido presentaba aliento alcohólico y no tenía lesiones. Policías que vieron el arribo del detenido manifestaron extraoficialmente que el joven llegó sangrando del oído izquierdo y se quejaba de otros golpes.
De la misma forma extraoficial, se dio a conocer que los policías rurales golpearon a Figueroa Ramírez cuando éste intentó escapar a pesar de estar esposado y que se lastimo “solo”. La información no se estableció en la remisión.
Lesionado en el IMSS
Para reforzar la hipótesis de las lesiones que sufrió Gabriel Figueroa en manos del comandante Félix Córdoba, José de la Paz Torres Ríos y Gerardo Montes entre otros, en la clínica 46 del IMSS se reportaron las lesiones a la Policía Ministerial.
Agentes del Grupo de Homicidios acudieron al llamado y señalaron que el afectado vive en la calle Allende 301, de Ciudad Juárez, Durango. El certificado médico decía que presentaba otorragia en el oído izquierdo, golpes en tórax, traumatismo abdominal y probable fractura de la décima costilla izquierda.
En su declaración, Figueroa Ramírez dijo que desde el día anterior, su patrona Haidé Castro Noyola, le autorizó para que se llevara unas tablas, dando aviso al encargado del establo, Jesús Díaz. El empleado agradeció el obsequio y dijo que en la noche regresaría por el material.
A las 7:00 horas del martes, tocó a la puerta de su casa el comandante Félix Córdoba y le dijo que entregara el becerro, azorado por la acusación, el establero negó los hechos y de inmediato vinieron los golpes con sus armas y las amenazas.
En el reporte de la Policía Ministerial se establece que el detenido llegó a la cárcel y que la Cruz Roja acudió a atenderlo. En la Cruz Roja de Lerdo se informó que en la bitácora no se registró ningún servicio a Seguridad Pública o al joven Figueroa Ramírez.
Finalmente, se informó que el dueño de la propiedad, Ramón Vada, acudió a la cárcel a pagar “la multa” del joven establero, quien después fue atendido en el IMSS 46.