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LAGOS, NIGERIA.- La policía nigeriana disparó ayer contra manifestantes en un suburbio popular de Lagos, capital económica de Nigeria, matando a unas 10 personas, luego de la huelga decretada por el aumento de 50 por ciento al precio de gasolina.
Adams Oshiomhole, presidente de la principal confederación sindical de Nigeria (NLC por sus siglas en inglés), dijo que la policía disparó contra los manifestantes aunque ninguna fuente oficial a confirmado el número de víctimas.
Según reportes de prensa captados en esta capital, ayer se registraron violentas confrontaciones entre las fuerzas de seguridad y manifestantes en Yaba, un suburbio popular de Lagos, mientras que en las calles del barrio de Agege Dopemu había varios muertos.
Un vocero de la policía indicó que la intervención policial había sido pedida para dispersar a los huelguistas que trataban de impedir que los trabajadores que no están de acuerdo con la huelga decretada por el NLC llegarán a sus lugares de trabajo.
Los “okada”, conductores de motos-taxis, uno de los medios de transportes populares en Lagos, fueron blanco de la furia de los huelguistas que levantaron barricadas con neumáticos e incendiaron vehículos para bloquear las principales carreteras de acceso a Lagos.
La huelga de los transportistas fue decretada el 30 de junio en protesta contra la decisión gubernamental de aumentar un 50 por ciento el precio de la gasolina y otros carburantes, aunque el gobierno anunció que analizará la situación con los sindicatos.
El presidente Olosegun Obasanjo ofreció la semana pasada una reducción del 50 a un 25 por ciento el aumento, pero el presidente del NLC anunció que no estaba en condiciones para levantar la huelga.
El principal sindicato de trabajadores del petróleo anunció este día que “si un acuerdo no es encontrado vamos a retirar nuestro personal de las plataformas petrolíferas”. Hasta ahora la huelga no afecta la producción de crudo, ya que Nigeria es el principal exportador en África.
Los mercados petrolíferos y en particular los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) siguen con mucha atención la evolución de la situación en Nigeria, ya que éste país integrante de la OPEP exporta dos millones de barriles al día.
Los trabajadores del sector petrolero son considerados como privilegiados en un país donde más de la mitad de la población no tiene empleo ni fuente de ingresos fijos y sobrevive con menos de dos dólares al día.
La situación es difícil en Lagos, una ciudad con más de 10 millones de habitantes en donde la huelga paraliza el comercio, los bancos, los transportes públicos y la administración.