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La Habana, Cuba.- El gobierno de Cuba protestó ayer la expulsión de 14 diplomáticos de la isla asignados en Washington y Nueva York y acusó a Estados Unidos de intentar crear una crisis y propiciar una confrontación entre las dos naciones.
En una nota oficial, la cancillería cubana sostuvo que “se está ejecutando un plan dirigido a sabotear los Acuerdos Migratorios” de 1994 y 1995 y de “provocar una escalada que culmine con el cierre de las Secciones de Intereses en ambos países”.
Cuba y Estados Unidos que carecen de relaciones diplomáticas desde principios de la década de los 60, y agudizaron su conflicto bilateral en las últimas semanas, establecieron en 1977 Secciones de Intereses bajo el gobierno del presidente James Carter. El Ministerio de Relaciones Exteriores consideró una “escalada agresiva” la orden de “partida expedita” de sus diplomáticos en Nueva York el pasado 12 de mayo, acusados de realizar actividades fuera de su capacidad oficial y lesivas hacia Estados Unidos.
Un día después el Departamento de Estado estadounidense comunicó a la Sección de Intereses de Cuba en Washington su decisión de declarar personas “non grata” a siete funcionarios diplomáticos cubanos y darles diez días para salir del país.
“Con estas acciones, el gobierno norteamericano demuestra, una vez más, que se ha lanzado abiertamente a un curso provocador e injerencista contra Cuba”, según la nota oficial cubana.
En noviembre del año pasado también fueron expulsados cuatro diplomáticos cubanos radicados en Estados Unidos, dos de Washington y dos de la misión ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York.
Agregó que Estados Unidos pretende afectar el prestigio de la diplomacia cubana y muestra su frustración por las recientes derrotas sufridas en la Comisión de Derechos Humanos en Ginebra, y en el Consejo Económico y Social de Naciones Unidas.
En el primero de esos dos órganos, se aprobó una resolución que pidió a La Habana recibir a una representante del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, en lugar de una condena abierta como plantearon Costa Rica y otros países.
En el segundo caso, Cuba resultó nuevamente electa por aclamación como miembro de dicha Comisión.
“La expulsión de 14 diplomáticos cubanos es un irracional acto de venganza del gobierno de Estados Unidos contra Cuba”, aseguró el texto de la Cancillería.
Dijo es una señal de desesperación de sectores extremistas que reclaman endurecer el embargo económico a la isla y advirtió que Cuba “no podrá ser intimidada, ni con esta ni con otras provocaciones, ni renunciará a luchar por su independencia y su soberanía”.