Por María Cecilia Aguilar
El Siglo de Torreón
MATAMOROS, COAH.- Un establo de cabras ubicado en pleno centro de la ciudad, representa un foco de infección para los vecinos del área, quienes se quejan del hedor que se respira en el ambiente, sobre todo cuando la temperatura aumenta, el olor es casi insoportable.
El establo donde se aprecia un número considerable de cabras, se localiza en la calle Alatorre, casi esquina con Carranza, en una vivienda que se aprecia abandonada y al decir de los vecinos, el propietario vive en Torreón Jardín de la vecina ciudad y tiene a un encargado que suministra alimento a los animales, “como él no vive ahí, no lo importa, pero nosotros que tenemos familia, sí que estamos preocupados por nuestra salud, aparte, que no se puede vivir con ese olor, parece que las cabras están aquí en mi casa”, declaró una señora vecina de la calle Alatorre que cargada de bolsas de mandado, se disponía a entrar a su casa.
Ella solamente dijo llamarse “Patty” y es una joven que trabaja como dependienta en un negocio que se localiza en la calle Alatorre. Su patrona, una señora madura, según la enjuta mujer, viene sufriendo mareos por los olores que despide el establo.
“Ande sí, fíjese que como a las cuatro de la tarde, cuando el calor arrecia, la dueña no soporta el olor y se siente enferma, como que le dan mareos... pero es que sí, huele bien feo, y pues ojalá sí quiten el establo”, expuso haciendo unas muecas.
La propietaria del local donde se venden chácharas diversas llegaba de su casa y al percatarse del tema de la conversación, intervino para señalar que ella tiene viviendo más de 40 años en el área “y toda la vida ha sido el mismo problema, antes no eran cabras, sino vacas... no comprendo por qué las autoridades no han hecho nada al respecto, pues esto es un foco de infección..., ya hasta estoy enferma...”, dijo molesta al tiempo que sus dedos presionaban sus sienes.
Pero no solamente las cabras molestan a los lugareños del área, también un corral de gallinas que se localiza al lado del establo, causa estragos, sobre todo para los vecinos cuyas casas por su extensión territorial, colindan tanto con el establo como con el gallinero.
Propietario de una tienda de abarrotes, este veterano comerciante de bigote cano también expuso su queja, ya que su patio colinda con el establo y los sonidos de las cabras, “hacen que nos paremos más temprano... pues las condenadas no dejan dormir... y no se diga, aquí en su casa, que es mi casa, se mezcla el olor de gallina y chiva, upff...”, dijo cerrando sus ojos al tiempo que hacía una mueca.
Los vecinos dicen que no han denunciado formalmente, por miedo a represalias, “mire, no somos gente de pleitos”, dijo el comerciante, “tenemos mucho trabajo y no nos da tiempo ni pa´pelear, lo que queremos es que intervenga la autoridad competente y sean ellos quienes clausuren este lugar, que solamente nos ha traído problemas, hasta enfermedades”, aseguró el hombre.
Si hay conocimiento
Héctor Eduardo Huitrón González, titular de Salud Municipal del Municipio, informó que sí se tiene conocimiento del establo que se localiza en calle Alatorre, pero mientras que los vecinos del área no levanten una denuncia formal, quizá el proceso de reubicación tarde.
Sin embargo, se comprometió a realizar una visita personal en el área y platicar con los vecinos afectados, pero aseguró que todo se llevará conforme a un proceso, “al propietario le haremos llegar un oficio donde se comprometa a dar solución al problema, si no iremos a Jurisdicción Sanitaria No. VI para que tome cartas en el asunto y proceda a la clausura”.